Una modelo relató el duro momento que vivió cuando fue asaltada en su casa junto a su novio en un barrio cerrado de Los Cardales, a las afueras de la Ciudad de Buenos Aires.
Infobae informó que la uruguaya Natalie Stal (23) y su novio Gonzalo Brage (29), estaban en su casa y dormían. A las 2:50 de la madrugada los despertó el sonido del picaporte de su habitación, que estaba cerrada por dentro. "¿Quién anda ahí?", gritó Brage. "Policía, abran la puerta", mintieron del otro lado.
"Habíamos escuchado a los perros ladrar esa noche, tenemos dos ovejeros alemanes, pero como los del vecino también ladraban la verdad es que no le dimos mucha importancia y nos fuimos a dormir", relató la modelo en diálogo con Infobae.
La puerta de la habitación no fue casualidad que estuviera cerrada. Cinco años atrás, Brage vivió un episodio violento en la misma casa. Estaba junto a su padre cuando un grupo de delincuentes los sorprendieron y los tuvieron varias horas como rehenes. Desde ese día nunca olvidó cerrar con llave antes de dormir.
"Yo en ese momento empiezo a llamar al 911, me dicen dos veces que no hay señal y me cortan. La tercera vez llego a decirle al operador el nombre del barrio, dónde queda la casa, el lote, pero la persona no me entiende, me empieza a pedir la dirección exacta, entonces corto", relató Stal.
Entonces los golpes en la puerta cesaron y vio luces de linternas al otro lado de la cortina. "Empezaron a tirar macetas, palos, ramas, todo para intentar romper el ventanal", detalló la joven que en el momento en que escuchó que el doble laminado del vidrio comenzaba a astillarse, empujó a su novio hacia el baño que hay dentro de la habitación.
En el momento exacto en que el vidrio terminaba de romperse, Stal y Brage salían por la ventana del baño y se escondían entre pastos altos fuera de la casa. En medio de la oscuridad ambos se arrastraron para no ser vistos hasta el alambrado que los separaba de la propiedad lindera.
"Yo llego después que mi novio y cuando cruzo no lo encuentro. No sabía si lo habían agarrado, si le habían disparado", continuó el relato la modelo a Infobae.
"Opté por correr pero como son casas de fin de semana y hay muy poca gente, no sabía si iba a poder encontrar a alguien. Corrí un kilómetro y medio hasta que llegué a una casa con gente", recordó al repasar la secuencia, que protagonizó descalza y en pijama a través de una zona mayormente rural.
"No sabía si estaba corriendo a salvarme o hacia mi muerte", admitió. Logró llegar a la casa de sus vecinos y desde allí realizó un cuarto llamado al 911. Esta vez respondieron, tomaron la dirección y media hora más tarde había un móvil en el lugar. Pero los asaltantes habían desaparecido.
Se llevaron electrodomésticos, cámaras de fotos de colección, otras digitales, notebooks, además de dinero en efectivo, en dólares y en pesos. A partir de las huellas que se encontraron en el exterior de la vivienda se estableció que entraron caminando al barrio, que atravesaron a pie un arroyo cercano a la propiedad y que al otro lado los esperaba un auto.
"Caminaron con un televisor de 50 pulgadas abajo del brazo", agregó Stal, que a través de las cámaras de seguridad de una vecina, pudo saber que eran cinco y que a la 1:30 de la madrugada -una hora antes de entrar en su casa- habían estado caminando con bolsos por las calles del barrio sin que nadie los detuviera.
"Uno de los empleados de seguridad me dijo que su compañero los vio, pero que se escondió", compartió la modelo.
Según contó, fueron rastreadas 15 llamadas desde el handie del empleado de seguridad que dijo ver a los asaltantes a la garita ubicada en el acceso. Pero esa noche nadie respondió. "Liberaron la zona", siguió Stal, que en las últimas horas asistió a una mediación con los administradores del barrio y un representante legal de la empresa de seguridad involucrada.