Está feliz. Exaltado. Se le nota cuando va contando cada paso, cada anécdota. Acaba de recibir su carnet de socio de Godoy Cruz y eso es como haberse ganado la lotería. La diferencia de cualquier otro hincha del Tomba es que Agustín Díaz vive la pasión en el fin del mundo. Sí, a 3.000 kilómetros de nuestras tierras, más precisamente en Río Grande, capital de Tierra del Fuego.
“Soy nacido en Mendoza, pero fui criado en Punta Alta (Buenos Aires) y Río Grande, pero toda mi vida fui a Mendoza en las vacaciones. Amo mi provincia, pero vivo acá en el Sur porque formé mi familia acá. Mis viejos son mendocinos, pero como mi papá es militar lo trasladaban y nos fuimos a Buenos Aires cuando yo tenía 1 año”, arranca la charla con Más Deportes.
-¿Y siempre hincha del Tomba?
-La primer vez que conocí al Tomba fue gracias a mi tío que guardaba recortes de noticias, posters y demás del plantel en una pared. En las otras tenía a Diego y Riquelme, siempre que llegaba a la casa de mis abuelos me iba a la pieza de mi tío y me ponía a leer la pared llena de recortes. Yo creo que desde los 6 ó 7 años me hice hincha.
-Lo que se sufrirás a distancia.
-No te das una idea. Miles de veces lloré con estos colores. Me ratifiqué como hincha enfermo cuando descendió a la B de vuelta. Costaba muchísimo ver los partidos en esos tiempos. Esperaba los resúmenes de los domingo en TyC o a veces enganchaba el partido. Iba al cyber para saber cuándo jugaba y si daban los partidos por la tele. Fue muy sufrido ese año, pero aprendí amar a los colores así, en las malas. Cuándo volvimos ascender fue mucho lo máximo.
Agustín tiene 24 años y cuenta que trabaja de empleado de comercio en la lejana Río Grande donde hizo la secundaria y formó una familia con Naty Núñez, una fueguina que es hincha de River pero se va contagiando de la pasión de su esposo. Ambos están disfrutando hoy de la bella Victoria nacida hace apenas 10 meses.
“Mi señora cuando me lo imagine va a terminar conmigo y la bebé en la popular del Tomba”, asegura entre risas. “Es una mujer incondicional que me aguanta cada mañana”, agrega.
-Ahora tenés que ir a verlo en la Libertadores…
-Vamos hacer el esfuerzo de ver aunque sea un partido, ir acomodándome como pueda económicamente para estar ahí pero algo haremos.
-¿Sos el único del Tomba allá?
-Aunque no me creas hay muchos. Me gustaría hacer una peña pero en este momento no puedo porque mi hija me demanda mucho tiempo y soy muy baboso (sonríe). Más adelante cuando este un poco más grande mi bebé trataré de hacer una peña. Todos me conocen por ser hincha de Godoy Cruz. Estoy con ropa o camisetas del Tomba casi todos los días. Soy el Loco Julio de Tierra del Fuego.
-¿Y los otros se quieren hacer socios?
-Y la verdad espero contagiar a todos los hinchas que están lejos a que se sumen a esto, es ayudar al club, además de los beneficios. Pero de a poco voy hacer que se sumen
-¿Qué opinás de la ida de Dabove?
-Y, es complejo, me hubiera gustado que se hubiera quedado pero es una forma muy rara como se dio todo, pero bueno. El club siempre está primero y lo demás por más que nos duela decirlo es pasajero, jugadores, dirigentes, técnicos. Menos el Gato Oldrá y el Mago Ramírez, todos pasan.
No para de decir lo feliz que se siente. Está como agitado de la emoción. Las distancias suelen potenciar las emociones y él está viviendo una pasión a 3.000 kilómetros.
El Tomba fueguino
Unos años atrás un par de hinchas hicieron un club de futsal del Tomba pero no duró mucho porque es muy caro mantener un club acá. Por estos lados el fútbol de 11 es muy complicado por el clima, acá se juega mucho al futsal, yo juego en un equipo llamado San Martín que es uno de los más grande equipos que hay en la isla, pero es un fútbol amateur. En cancha de 11 he jugado el Federal B, pero unos partidos con victoria FC. Por el único equipo que puedo hinchar acá es por San Martín, que es de futsal pero soy simpatizante, yo soy hincha de un solo equipo y es Godoy Cruz.
