Su ausencia en el primer equipo no dejaba de sorprender a propios y extraños. Algunos pocos minutos en los tramos finales de los partidos le bastaban para decir presente y meter asistencias determinantes como las que desembocaron en el gol del Morro García -para sellar la clasificación a Octavos de Copa Agentina ante Newell's- y el de Gastón Giménez a Banfield para volver a meter al equipo en Cuartos de Final del certamen federal.
Como todo ángel protector que nunca te desampara, merecía un premio. Y ese regalo le llegó el viernes pasado. Titular ante Huracán, demostró que siempre está preparado para las difíciles. Así en la vida como en el fútbol... Porque si algo aprendió Ángel González en este curso acelerado de su vida fue a superar adversidades.
-¿El look con barba es por algo en especial?
-No. Simplemente porque me cansé de afeitarme una vez por semana.
-¿Tus compañeros te siguen diciendo Buffa (NdR: por su parecido físico con Buffarini)?
-Sí, por ahí sí. Me dicen Ángel o Buffa, yo apenas siento cualquiera de esos dos me doy vuelta. Para mí es lo mismo.
-Con la requisitoria periodística, se nota que en tu vuelta al primer equipo venís haciendo las cosas bien. ¿Cómo lo tomás?
-Tranquilo. Pero te soy sincero, estoy más contento por lo que hizo el equipo porque necesitábamos este triunfo. Además, cuando uno convierte un gol y el equipo pierde o empata se va con un sabor amargo. Por suerte pude hacer un gol y se logró ganar, que es lo más importante. Hay que seguir sumando y tratar de que los partidos nos cuesten menos ganarlos y cerrarlos antes.
-Si bien no te había tocado jugar mucho en la era Larriera habías tenido asistencia perfecta en cuanto a entrar y ser clave en dos partidos de Copa Argentina: asistencias ante Newell's y Banfield. Cada vez que el equipo te necesitó ahí estuviste. ¿Sólo faltaba esta oportunidad de ser titular?
-Sí, la verdad que sí, me sentía cómodo cada vez que me tocaba entrar al equipo. Siempre intento hacer lo mismo me toque estar afuera o adentro. La idea era entrar y ayudar a mis compañeros, que para eso en definitiva son los cambios. Cuando el equipo se siente asfixiado y necesita los recursos que no hay en la cancha, uno tiene que estar al pie del cañón. Siempre trato de tener la cabeza tranquila y de ser consciente de que si me entreno bien y llevo una vida sana, en cualquier momento me va a tocar jugar. La confianza en uno mismo es clave.
-¿Qué pasa por la cabeza del futbolista cuando aprovecha las pocas oportunidades de jugar que tiene y ve que no se le da la chance de ser titular?
-A veces se crea una confusión que pasa exclusivamente por las ganas de jugar, es una realidad. No hay que ser mediocre: uno siempre quiere jugar de titular. Uno se entrena y juega de chico para ser titular. Por suerte ahora me está tocando y cuando me tocó estar en el banco traté de ayudar a mis compañeros, traté de darle para adelante y de ser respetuoso de los momentos en los que el técnico decidía el equipo y la verdad que con Mauricio (Larriera) estoy muy agradecido porque me dio la oportunidad de jugar el otro día y por suerte pude aportar mi granito para el equipo.
-¿Qué significa para vos jugar con un fenómeno como el Morro García?
-Hace bastante tiempo que lo conozco y la verdad que es un jugador de muchísima jerarquía que te puede hacer ganar partidos como lo ha hecho en este semestre. No venía jugando en la era Bernardi y siempre sumó y tiró para adelante. Jamás lo vi hacer un gesto negativo ni hablar mal del técnico ante la prensa, y eso es algo que se valora mucho más que la jerarquía que puede tener adentro de la cancha, que es donde uno trata de disfrutar y de entenderse con él. Es muy fácil jugar con un jugador así porque una o dos veces por partido te deja cara a cara con el arquero.
-¿Eso está más que claro después del pase que te da en la jugada previa a tu golazo?
-Obvio. Por eso digo que uno siempre tiene que estar alerta en el ataque porque teniendo al Morro de nuestro lado sabemos que en cualquier momento podemos tener una situación de gol. Eso es muy importante y le sirve mucho al equipo. La verdad que Godoy Cruz tiene un ‘9’ que no por nada hoy en día es requerido por la mayoría de los clubes de Argentina.
-De aquel Ángel Gonzalez que debutó en Primera como volante por derecha a este extremo por izquierda, ¿qué cosas han cambiado?
-Y... ha cambiado mucho. Desde que debuté con el Gato (Oldrá) y los partidos que jugué con Heinze aprendí a leer mucho más el juego y a entender cuándo la situación pedía una pausa o una aceleración. Eso es algo que te da la experiencia y la suma de partidos y, si bien todavía tengo mucho por crecer, creo que voy por el buen camino y tengo que tratar de seguir así.
Jugar con el perfil cambiado me dio la posibilidad de mejar en muchos aspectos que personalmente sentía que estaba en deuda.
-En los últimos partidos te tocó ser clave y aparecer en los peores momentos de Godoy Cruz como en Paraguay ante Libertad, en la Copa Argentina y el otro día contra Huracán. ¿Cuánto te ayudó esa historia plagada de sacrificios para saber superar esas adversidades?
-Sí, uno va crecieno y se va formando como persona cuando las cosas no están bien y necesitan un cambio. A veces es inevitable pasar por momentos malos y trato de tomar cada cosa negativa que pasa en mi vida y cambiarla con una mentalidad positiva porque todo es un continuo aprendizaje. Y en los partidos, cuando las cosas están mal y no salen es donde tengo la tranquilidad de pensar que hay otras cosas que son difíciles de verdad en la vida y están ajenas al fútbol. Adentro de una cancha, más allá del dinero o el prestigio que uno pone en juego, no es más que un partido de fútbol y uno tiene que estar tranquilo y jugar con la tranquilidad de que pase lo que pase adentro de la cancha, la vida continúa.
-¿Con qué soñás?
-Como la gran mayoría de los jugadores, siempre soñé desde chico con jugar en ligas importantes de Europa: Italia, Inglaterra o España. Pero la verdad que estando en el club del cual soy hincha y en mi ciudad, me siento muy cómodo y contento. Trato de ponerme objetivos a corto plazo, vivir el día a día y después cuando uno tiene tiempo de pensar en qué va a ser de su futuro, sueña con algunas cosas. Ahora estoy viviendo un sueño que es jugar del cual soy hincha y tengo la mente puesta acá.
'Chuky', su consejero a distancia
Juan, uno de sus cuatro hermanos, es futbolista profesional y juega en el fútbol de Gibraltar. Es su ejemplo a seguir. “Me hizo conocer el fútbol cuando era chico y le debo todo”, cuenta.
“Siempre que podemos nos comunicamos y estamos en contacto. También tengo a mi heramna viviendo allá con él y somos de hablar mucho de fútbol, trata de aconsejarme y de ser crítico. Estaba muy contento el otro día después del gol y más que nada porque volví a la titular porque él me notaba que estaba ansioso por jugar. Ojalá podamos vernos pronto”, deseó Angelito.