La suspensión de la final de la Copa Libertadores no sólo afectó a los equipos implicados. Por ejemplo, el clásico entre San Loreno y Huracán no se jugó ante la imposibilidad de tenr garantía policia en el Nuevo Gasómetro. Pero el bochorno trascendió los límites del país y también afectó a Godoy Cruz, que iba a jugar un amistoso en Montevideo frente a Peñarol.
La decisión fue tomada por la dirigencia Carbonera, cuando el Tomba ya estaba en Uruguay y esta sorpresiva noticia arruinó los planes para un equipo que necesitaba rodaje futbolístico, ante la postergación del encuentro de esta fecha, justamente contra River, y cuan ya han pasado 13 días de la derrota frente a Huracán, en Parque Patricios.
A pesar de que se había evaluado la posibilidad de que se jugara hoy mismo a las 10 a puertas cerradas en el mismo estadio Campeón del Siglo, finalmente no se disputó. “Es algo rarísimo. No había ningún por qué. Teníamos la posibilidad de jugarlo a cualquier hora, sobre todo en la noche, pero no fue así. Entrenamos hoy a la mañama”, aseguró Diego Davobe.
Por ende, el plantel bodeguero realizó trabajos de activación muscular y prevención de lesiones con rodillos. Después, realizaró un circuito aeróbico en el bosque de Carrasco.
El plantel retornará mañana a la provincia y se entrenará el martes en Coquimbito, ya pensando en el compromiso del próximo lunes 3 de diciemebre frente a Tigre, en condición de visitante.