Señoras y señores... tenemos el agrado de presentarles al subcampeón de la última Superliga. Con ustedes... el Godoy Cruz de Diego Omar Dabove.
Y una tarde (húmeda y gris), ¡volvió el Expreso! Regresó ese equipo agresivo, vistoso, contundente y protagonista. Ese del pressing asfixiante y el ataque por las bandas. El que resigna juego interior para ser directo y voraz. ¿El de los goles de "Morro" García? En realidad fue lo único que le faltó a una tarde de ensueño.
En definitiva, que el uruguayo no se haya anotado en el marcador, no deja de ser una seña particular muy importante. El Tomba puede ganar y jugar bien sin su actor principal, quien -aún en su ausencia sin aviso- es capaz de servirle el gol a Ángel González para liquidar la historia.
Godoy Cruz recuperó la memoria por obra y gracia de su paciencia para entender que los procesos hay que respetarlos. Que el trabajo que está haciendo su entrenador desde diciembre pasado es realmente para sacarse el sombrero. Y para muestra, basta un botón: de los 18 que saltaron ayer a la cancha, 9 fueron formados en la cantera bodeguera.
Ese sentido de pertenencia hizo que el equipo saliera a devorarse al Tiburón. El Tomba lo borró de principio a fin. Le ganó las divididas, lo presionó en su campo, lo atacó por afuera y lo metió contra su arco. El gol era cuestión de tiempo. Y, vaya paradoja del señor destino, lo encontró merced al mejor exponente de la película. Ese pibe de 18 abriles (Burgoa) al que, como tantos otros, Diego Dabove moldeó en la Reserva y lo mandó a la cancha en su momento más complicado como DT de Primera.
Después de la apertura del marcador, hubo un leve e inconsciente retroceso, es cierto.
Pero los engranajes de la maquinita siguieron aceitados. Nadie se relajó; todo lo contrario.
Los cambios entraron bien y Angelito González, el mejor de la cancha, liquidó la historia después de un contragolpe supersónico que tuvo como artesano al ingresado Diego Sosa. En el final, Ramírez le puso candado al arco.
En el chat de la Superliga, el Tomba mandó un mensaje claro. "Acá está el subcampeón", se lee.
La figura
Ángel González (G. Cruz): Gran partido: encaró, asistió y remató al arco. Liquidó el partido en el momento justo. Recupera su nivel.
El pibe Burgoa enamoró a los hinchas del Tomba y se llevó una gran ovación
Dos partidos completos bastaron para enamorar a todos con su zurda espontánea y su pasta de crack. Con un eslalon gigante dibujó pajaritos en el aire y clavó un zurdazo impecable que fue un verdadero desahogo para los hinchas. "Tin" Burgoa fue San Valentín.
"Hace bastante venía soñando este momento. Con San Lorenzo tuve un mano a mano que increíblemente lo erré. Este gol es lo más lindo que me pasó", cuenta Valentín en la zona mixta con su cara de nene de 18 años.
-¿Quién es tu ídolo?
-Y... Messi.
-El gol que hiciste fue un homenaje a él...
-(Risas) Lo sigo siempre, veo todos sus partidos y videos, es un crack, un fenómeno que hace cosas diferentes. Está claro que nunca lo voy a poder igualar.
-¿Esperabas la ovación que te dio la gente cuando saliste?
-El apoyo de la gente es fenomenal. Siempre me escriben los hinchas y bancan a los pibes del club.
-¿A quién le dedicás el gol?
-A mi vieja Patricia, que hoy es su día. Y también a mi sobrina y a mi hermano Gonzalo (jugó en el Tomba), que es mejor que yo.