A cinco días de su debut en la Superliga del Fútbol Argentino (domingo a las 13.15 versus Estudiantes en el Malvinas Argentinas), la noticia objetiva es que Godoy Cruz perdió a tres futbolistas que eran titulares en la estructura del elenco que finalizó subcampeón de Boca en el último certamen.
El arquero Leonardo Burián, el mediocampista Guillermo "Pol" Fernández y el delantero Juan Garro.
El arquero uruguayo, quien jugó los 27 partidos de la SAF con un gran nivel, no llegó a un arreglo con la dirigencia tombina para renovar su contrato y rápidamente acordó con Colón de Santa Fe un contrato muy superior al que tenía en el Expreso. Según el propio presidente de Godoy Cruz, José Mansur, el Tomba no sólo debía poner 200.000 dólares por la opción de compra del pase, sino que había otros números (porcentaje para el representante y nuevo contrato del jugador) que el club no podía afrontar.
Juan Fernando Garro, por su parte, pasó a Huracán de Parque Patricios. Godoy Cruz le vendió al Globo el 80% del pase (la cifra no oficial que trascendió es de 1.800.000 dólares) y algunos hinchas bodegueros estallaron en las redes sociales porque el Globo recibió 8 millones de dólares limpios por la venta del 80% del pase de Ignacio Pussetto al Udinese italiano.
Según Mansur, Garro venía pidiendo a gritos un cambio de aire y su trasferencia era inminente. Además, en la Bodega entienden que el nivel de Pussetto era mucho mayor al del 7 de Godoy Cruz.
La misma polémica despertó la transferencia de Pol Fernández a Racing. Según trascendió de manera extraoficial, el Tomba vendió el 60% de la ficha del mediocampista en 1.200.000 dólares limpios para el club y la Academia tendrá la obligación de comprar el 40% restante del pase no más allá de 2020.
Como contrapartida, llegaron el arquero Andrés Mehring, el defensor Joaquín Varela, los volantes Diego Sosa, e Iván Ramírez y el delantero paraguayo Gabriel Avalos.
Además, el Tomba acordó con Newell's la cesión definitiva del 70 por ciento del mediocampista a cambio de 795 mil dólares brutos.
¿Perdió calidad Godoy Cruz? Sí. ¿Tiene un equipo competitivo? A priori, sí. Porque mantuvo más del 70% de la base del equipo y los juveniles que vienen asomando, prometen. ¿Vendió mal? Imposible hacer un juicio de valor cuando desde el club jamás trascienden las cifras oficiales de las transferencias de los jugadores. Es algo que suele suceder en el club: después de un gran torneo, suele venir otro de transición. Y la realidad es que la vara quedó más alta que nunca.