Frenético. Dinámico. De ida y vuelta. Godoy Cruz e Independiente regalaron un espectáculo realmente sensacional, de otros tiempos. Un duelo de esos en los que ninguno especula.
Al contrario, el Tomba y el Rojo se lastimaron. A partir de las propuestas ofensivas que diseñaron sus entrenadores, el 2 a 1 con el que se fueron al descanso se quedó corto. Si la historia hubiese sido consecuente con las situaciones de gol, el primer tiempo podría haber concluido 4 a 4.
La apuesta de Mayor por el nuevo dibujo táctico (4-3-1-2) derivó en la mejor producción del Expreso en lo que va del campeonato. El Tomba exhibió todos los atributos que se le reclamaban: precisión en velocidad, equilibrio, dinámica y una voracidad ofensiva realmente asombrosa.
La explicación para que ello sucediera hay que buscarlas en el rival. Independiente. Un equipo que juega y deja jugar, que no vino a buscar el punto ni mucho menos.
Al contrario. Se paró en el Malvinas con la intención de llevarse los tres puntos que le permitieran quedar a tiro del puntero Millonario. Mayor ganó el partido por las bandas, mediante esas pequeñas sociedades que patentó el Flaco Menotti.
Con el tándem Ceballos-Zuqui por derecha y con José Fernández- González, por izquierda. También con el recuperado Claudio Aquino, de buen partido, la movilidad de Leandro Fernández y el poder de gol de Tito Ramírez.
Los goles de Zuqui y Ramírez fueron un canto al jogo bonito. Porque después del desborde de González y al remate furibundo de Zuqui hubo un gesto técnico de distracción sin pelota de dos futbolistas (Fernández y Ramírez) dentro del área. El empate transitorio del Rojo tampoco se quedó atrás.
Pisano dejó pagando a Fernández con un movimiento y tiró el centro atrás para el zurdazo goleador de Mancuello. Pudieron ser más. De un lado y del otro. En el mejor momento del Tomba, el Rojo llegó al empate. Y cuando los de Almirón ya habían equilibrado las acciones, Godoy Cruz se puso 2-1.
Y con un segundo tiempo para cualquiera de los dos, fue más notoria la mejoría del Expreso. Firme en todas sus líneas, tuvo varias chances de aumentar, pero no lo logró y permitió el empate casi agónico, y hasta inmerecido del Rojo por intermedio del recién ingresado Zárate.