Ángel González recibió en tres cuartos y supo hacer la pausa necesaria para arrastrar marcas, levantó la vista y vio al Morro García en la línea del último defensor. El pase milimétrico fue un poema, del resto se encargó el ex Nacional de Uruguay: toque por bajo, gol, festejo y un cheque de 850 mil pesos que se viene para Mendoza.
En el momento justo y necesario, el Tomba acertó un pleno de felicidad. Aunque el árbol no debería tapar el bosque. Newell's fue el dominador estratégico y conceptual del primer tiempo. Para ser más, a la Lepra rosarina le alcanzó con la movilidad de sus volantes externos, con las trepadas de José San Román por derecha y con las esporádicas apariciones de Brian Sarmiento en el desequilibrio individual.
A los 3 minutos, el equipo de Chocho Llop contó con la primera situación clara como para ponerse en ventaja. San Román trepó por derecha, tuvo tiempo y espacio para mandar un centro al segundo palo que encontró a Mauro Guevgeozian, quien resolvió con una “palomita” dirigida que Leonardo Burián alcanzó a manotear al tiro de esquina.
La primera situación clara de Godoy Cruz fue ocho minutos después, cuando Felipe Rodríguez cortó un balón en el mediocampo, tocó con el Morro García, quien buscó a Javier Correa, Nehuén Paz falló en el rechazo y el cordobés se fue mano a mano con el “1” rival, pero su remate fue desviado por Pocrnjic al córner.
Newell’s Old Boys tenía espacios para atacar por los costados con los extremos Joaquín Torres por derecha y Héctor Fértoli por izquierda, quienes cambiaron posiciones en medio del desarrollo y complicaron al conjunto de Larriera.
Sobre los 23’, Leonel Galeano recibió un balón por derecha, encaró y dejó atrás la marca y mandó un centro que Leonel Galeano, en su afán de rechazar, terminó mandando al fondo de su propio arco cuando Burián se preparaba para cortar el centro.
El Tomba sufría otro golpe bajo producto de sus propios errores a la hora de defender. Hubo reacción inmediata, rebeldía. Y seis minutos después, tras un pelotazo largo, el Morro peinó, Correa amagó para encarar por izquierda y enganchó para la derecha, abrió para Felipe Rodríguez y el uruguayo cruzó muy bien el remate. Gol y empate 1-1.
El complemento continuó con la misma consistencia. La Lepra tenía la iniciativa y Godoy Cruz esperaba. Para colmo, Olivarez se hizo expulsar infantilmente (codazo a Guevgeozian) y a remar contra la corriente. Newell’s exigió la respuesta de Burián con Paz y, cuando el partido se encaminaba para los penales, el Morro demostró porqué es un goleador de los que quedan pocos y a otra cosa. A Octavos ante Banfield. Y a mejorar...
