Busco mi destino, podría llamarse esta etapa en la vida deportiva del boxeador mendocino, Claudio Rosendo Tapia.
Es que el popular Tigre, desde hace una semana se encuentra entrenando en la ciudad Lakeland, Florida, Estados Unidos, y con el objetivo de quemar sus últimos cartuchos como profesional.
“Sí, se dio esta oportunidad y me la jugué. Sé que es una oportunidad que llega a esta altura de mi vida y pienso que es un buen momento para aprovecharlo”, comentó telefónicamente Tapia.
El púgil salido del Luis Angel Firpo y que después pasó por varios gimnasio, en los últimos años. Viene de sumar tres triunfos consecutivos, combatiendo para la Comisión Mundial de Pugilismo o Sureste. Luego de su tremenda derrota por nocaut en agosto pasado frente a Darío López.
Trago amargo que supo asimilar. “La estaba pasando mal en Mendoza y tenía que tomar una decisión, se abrió esta puerta y la abrí. Y tengo muy bien en claro que aquí no vengo a perder el tiempo”, explicó El Tigre.
Quien aclaró que “llegué con 65kg y ya estoy en 61kg. Entrenamos de lunes a sábado. Esto es cosas serie e inicialmente voy hacer unas tres peleas y después veremos como seguimos. En el campo de entrenamiento en el que estoy hay al menos 4 campeones mundiales”
-¿Cómo llegaste a Estados Unidos?
- Me contacté con Lucas Báez y hubo una propuesta y me me vine. Acá firmé un contrato por dos años con Marcial Reartes, quien es mi apoderado junto al Nelson López Promotions.
- ¿Y cuándo tendrías tu primera pelea?
- Pienso que a mediados de julio voy a estar peleando, eso es lo que dice el promotor. Ahora estoy poniéndome bien y tengo que bajar a 57 o 59 kilos. Ese es el objetivo.
-¿Dónde te hospedás allá?
-Con Lucas (Báez) estamos parando en un hotel y luego vamos a estar en un departamento. Por lo que he visto hasta momento, acá invierten en el boxeador; tenés la comida adecuada, que concentrés bien, el entrenamiento físico y un apoyo sicológico. Te dan lo que necesitas para entrenar bien y concentrado.
-¿Cómo andás con el entrenamiento vos?
-El cambio ha sido muy brusco para mi, pero se dio esta oportunidad y me la jugué. Soy boxeador que siempre le esquivó al gimnasio y acá no puedo hacer eso;ni hacer mañas ni quedarme un rato más en la cama. Acá no se jode. Sino te entrenás te pegan y para guantear tenés que estar físicamente muy bien. Los entrenamientos son muy duros, muy exigentes.
-Estás haciendo lo que no hiciste nunca en tu vida...
-Todo lo que no hice allá lo estoy haciendo acá; entrenando y trabajando fuerte. Sé muy bien a lo que he venido. Me llegó una oportunidad tarde, pero pienso aprovecharla.
Sé que estoy quemando mis últimos cartuchos, pero quiero hacerlo bien. El Tigre está viviendo una etapa distinta de su vida boxística: “Sé que mi mamá me está echando una mano desde el cielo. Así como mi mujer se la juega y me apoya. Como el apoyo incondicional de mi padrino Agustín Gibson”, expresó finalmente Tapia.