Francia vive desde ayer horas de mucho dolor y pánico luego de que grupos terroristas perpetraran múltiples atentados en París y mataran al menos a 129 personas. Marisa Barroso (47) es mendocina, vive hace 18 años en Francia y contó a Los Andes cómo atraviesa el difícil momento.
“Estamos muy shockeados. Es la primer vez que tenemos una sensación así después del atentado a la revista Charlie Hebdo y de los ataques del 2001 en EEUU”, expresó.
Barroso trabaja como profesora y también en el sector turístico. Tiene una hija de 14 años: "Mi familia francesa está bien, por suerte, solo impactados por todo esto que está ocurriendo".
"Es la segunda vez que tenemos un estado de urgencia declarado y asumido. Se nos pidió no salir de las casas. Es un estado de sitio tácito".
Marisa contó que en el momento de los atentados ella estaba practicando deportes y no se encontraba cerca del centro de París, pero que justamente tenía prevista una reunión de trabajo en una sala de concierto, similar al teatro Bataclan, dónde se produjo la peor matanza ya que se presentaba una banda de rock estadounidense y decenas de jóvenes fueron tomados como rehenes por los terroristas.
“Cuando me enteré de lo que estaba sucediendo volví rápidamente a mi casa porque mi hija estaba sola y quería estar con ella. Además suspendí una reunión de trabajo que justamente estaba programada en una sala de concierto”, manifestó.
Respecto de la seguridad contra terroristas, Marisa aseguró que el gobierno de François Hollande no está organizado: "Se les fue de las manos, no tenían previsto ningún tipo de seguridad para algo así, de hecho ni siquiera suspendieron el partido entre Francia y Alemania".
“No hay estrategias de seguridad. Estos atentados están anunciados desde junio y pese a las advertencias nunca se modificaron las medidas de seguridad”, remarcó Barroso.
"Yo creo que estos ataques son a causa de las políticas que Francia viene desarrollando desde Jacques Chirac y Nicolas Sarkozy sobre todo por la invasión de los franceses en la guerra que está teniendo Siria y Medio Oriente", manifestó Barroso.
Y agregó: “Lamentablemente, la primera repercusión que tiene el pueblo francés después de ésto es una mirada negativa hacia la comunidad musulmana, que no son más que víctimas y prisioneros de los extremistas que los atacan en su propio territorio y ahora también en Europa”.
Marisa también dijo que para ella esto "fue un preludio, una muestra de poder". "Yo creo que hay más ataques preparados, por eso le piden a la gente que no salgan de las casas”.
Finalmente, Barroso confesó: "A mi lo que me pone mal es que la gente intente explicar lo inexplicable, que intente justificar lo injustificable. Creo que nunca se puede decir que el asesinato o el crimen está justificado ni aquí ni en Medio Oriente".
En 1994, Marisa vivía en Buenos Aires y desafortunadamente padeció el atentado de la AMIA: "Mi casa estaba a unas cinco cuadras de la mutual judía y tras la explosión fui a socorrer a las víctimas y ayude en todo lo que pude. Con lo ocurrido ayer acá tuve una regresión y reviví ese momento tan doloroso que me tocó vivir en mi país".