Una negligencia médica puede ocasionar graves daños y más cuando la persona queda sujeta a un tratamiento de por vida a causa de una falta de atención o un errror de un procedimiento médico.
Pero el caso es aún más grave cuando al extirpar ambos riñones, los médicos admiten que uno de ellos estaba saludable, y ya no hay marcha atrás.
Esto le sucedió a Linda Woolley, una mujer de 73 años originaria del estado de Colorado en EEUU, a quien le dieron la noticia de que uno de sus riñones no tenía cáncer, después de que ya se los habían retirado.
"No estaba realmente feliz", dijo la señora a Fox News, que a pesar de su problemática no ha perdido el optimismo.
Y ahora Woolley tiene que recibir un tratamiento de diálisis de cuatro horas tres veces por semana, por lo que su vida es completamente distinta ahora.
"Mi vida cambió totalmente. La diálisis no es un día de campo, no importa lo acostumbrada que estés, te roba la vida", expresó la mujer.
Ahora, la septuagenaria está en la lista de espera de trasplantes, debido a que los médicos pensaron que su vida corría peligro sin confirmar el diagnóstico.
Fue en mayo de este año cuando los doctores del Hospital de la Universidad de Colorado le extrajeron ambos riñones de Woolley.
En entrevista para Problem Solvers, Woolley relató que los cirujanos le insistieron en la importancia de realizar la extracción de ambos órganos,ya que según los informes de patología, el resultado era un cáncer de riñón.
Pero una investigación del canal Fox, encontró que la biopsia realizada en marzo no mostraba "evidencia de malignidad". A pesar de esto, dos meses después Wolley entró al quirófano para que le fueran extirpados ambos riñones.
Luego, una nueva biopsia realizada a los riñones extraídos demostró que en realidad no había "evidencia de carcinoma y no se identificó una lesión masiva", lo que significa que no había cáncer en el órgano.
Como el hospital no ha querido dar ninguna información, Woolley ha contratado a un abogado, quien recalcó que ni siquiera se le ha ofrecido una disculpa por el grave error.
Ahora, la mujer tendrá que esperar alrededor de 7 años para poder acceder al trasplante, ya que éste es el tiempo que tarda una persona en la lista de espera.
"Es aterrador porque uno no tiene otra opción cuando ingresa en un hospital", dijo Woolley a FOX 31. "Confías en que te van a cuidar".
Cuando se le cuestionó a Woolley si sentía que el Hospital de la Universidad de Colorado le debía una disculpa, ella simplemente respondió: "Siento que me deben un riñón, eso es seguro".
Tras difundirse el caso, Fox dijo que han recibido ofertas de posibles donantes de riñón para la mujer. Por su parte, Woolley dijo que incluso si no cumplen con sus requisitos de grupo sanguíneo "O positivo" , tal vez la donación pueda provocar un intercambio de órganos con otros pacientes que cumplan con su tipo.
"La gente es maravillosa", le dijo a FOX 31. "Es maravilloso ver que suceden cosas buenas".
Sin embargo, aún falta para un final feliz: solo cuando Woolley estará completamente sana podrá unirse a los más de 95,000 estadounidenses en lista de espera para un trasplante de riñón.