El terremoto de 1985

Un fuerte movimiento sísmico superior al grado 7 provocó esta madrugada, en el Gran Mendoza por lo menos cuatro muertos, varios heridos, derrumbes y un prolongado apagón al que se sumaron escenas de pánico entre la población. Uno de los principales siniestros se registró en el Hospital El Carmen, de Godoy Cruz, donde se desplomaron parcialmente los techos y se precipitaron mamposterías que causaron lesiones y contusiones a varios internados.

El Instituto Nacional de Previsión Sísmica, con sede en San Juan, comunicó a LOS ANDES que el fuerte temblor tuvo su epicentro en el limite entre la Argentina. y Chile, frente al Cordón del P1ata, más precisamente en la frontera del departamento mendocino de Tupungato. Los técnicos de ese instituto nacional, ingeniero Fernández y licenciado Fernández precisaron que el epicentro se registró a 250 kilómetros de la ciudad de San Juan, en dirección sur-suroeste, o sea en el referido límite trasandino.

Agregaron que los sismógrafos nacionales, instalados en San Juan, establecieron que el movimiento tuvo, en la vecina provincia una intensidad de 5 grados, a los que siguieron varias réplicas.

Esos técnicos oficiales aseguraron -siempre en declaraciones para este diario- que “lógicamente el sismo se registró con mayor intensidad, aún, en el Gran Mendoza, por su mayor cercanía con el epicentro”.

También estimaron que “a las primeras réplicas registradas en la madrugada podrían sumarse otras, hasta tanto la tierra se acomode, pero que éstas irán mermando, en forma progresiva, su intensidad, ya que, técnicamente, no pueden superar al remezón principal”.

Sin embargo, en las cercanías de la zona indicada como epicentro, más precisamente en la villa de Tupungato, el sismo sólo provocó alarma pero no causó víctimas ni daños, ya que la localidad no cuenta con edificios altos. Así lo señalaron funcionarios políticos, el dirigente rural Emilio Giaquinta y otros pobladores de la región consultados por LOS ANDES.

En San Rafael, como en los departamentos de la zona Este y del Valle de Uco, el movimiento únicamente causó alarma, ya que ni tan siquiera se registraron escenas de pánico.

El sismo alcanzó su mayor intensidad a las 0.08 y fue precedido de otro temblor, también intenso, pero de menor violencia que el, movimiento central.

En pleno centro de esta capital se registraron escenas de extremo pánico, especialmente en los habitantes de edificios altos. La angustia fue aún superior entre los turistas, algunos de los cuales abandonaron sus hospedajes para retornar, de inmediato, a sus lugares de origen.

La caída de mampostería y de elementos colgantes a lo que se sumó la rotura de vidrios, causó el aumento del pánico. Uno de los ejemplos de los afectos del sismo estuvo representado por las veredas especialmente de la Cuarta Sección que quedaron cubiertas por escombros, hasta un metro de altura, por los desprendimientos de cornisas y revoques.