Un fuerte sismo de 8,3 grados Richter, según organismos internacionales, con epicentro cerca de la costa chilena (en la zona central del país trasandino), sacudió ayer a Mendoza cuando muchos se preparaban para volver a sus hogares luego de un día de trabajo. Y una vez más los mendocinos salieron masivamente a la calle producto de un gran temblor.
Según el sismólogo Miguel Castro, la intensidad fue de 7,9 grados Richter y se registró a 9 kilómetros de profundidad. “Es el más grande desde 1985 en Mendoza, cuando la magnitud fue de 6 a 7 grados Richter. La diferencia con aquél fue que éste no se registró en la provincia sino que lo hizo en Chile”, reconoció el especialista, agregando que en escala Mercalli la intensidad fue de 4 a 5 grados.
Sin embargo desde Inpres aclararon que la intensidad Mercali fue superior en 2010 y en 1985.
Castro recordó que la marca histórica es del año 1961 con el terremoto de Valdivia, considerado el más grande de la historia, de 9,5 grados Richter. “Lo que ocurrió ahora es que se sintió muy fuerte porque se ha dado a poca profundidad y por eso los efectos son mayores”, indicó Castro.
Anoche, al cierre de esta edición, al sismo principal le sucedieron de 30 a 45 réplicas, que fueron decreciendo en intensidad y frecuencia con el paso de las horas. “Las réplicas van a durar toda la noche, mañana (por hoy) y días subsiguientes. En general, cuando tiembla así hay un reacomodamiento de placas posterior que dura varias horas”, subrayó Castro.
Por último, recordó que para el histórico terremoto de 1861 en Mendoza hubo réplicas de similar intensidad a la del temblor principal, lo que no sucedió en 1985 ya que -como ayer- el movimiento fue decreciendo.
Mendocinos a la calle
Las dos réplicas grandes -y otras posteriores de menor poder- que se sintieron anoche en Mendoza provocaron caras de susto, algunas corridas y nerviosismo generalizado. Hubo autoevacuados, sobre todo de los edificios céntricos, atiborrando las calles (literalmente) desde las 8 de la noche.
En los rostros de los mendocinos (y hasta de algunos chilenos que están de turismo en la provincia) se percibía la tensión y el susto tras el largo sismo, que duró unos 3 minutos, hecho que se agravó por la caída del servicio de telefonía celular, aunque vale destacar que Whatsapp siguió funcionando. Pasados unos minutos, la gente -aún en alerta- retomó sus actividades normales.
En el Centro, además de los vecinos de los edificios que se autoevacuaron y ganaron las calles, quienes visitaban algún comercio también optaron por buscar un lugar seguro, lejos de cualquier construcción. Así, las veredas se vieron “invadidas” por temerosos y precavidos, sobre todo después de ver cómo, en un negocio de la Peatonal, cedió parte de la mampostería del local.
Melisa Prada llegó a la vivienda que alquila con unas amigas en la Sexta Sección y se encontró con que el agua caía a raudales desde el techo. Un amigo subió y pudo comprobar que el tanque de la vivienda se había fisurado producto del movimiento. Como tuvieron que cortar el suministro para evitar que siguiera perdiendo, se quedaron sin agua corriente.
En el Parque Central pudo apreciarse a muchas personas, junto a mochilas, también en busca de un espacio libre por precaución. En las torres cercanas afirmaron que hubo roturas del yeso de las paredes, pero nada significativo. “No voy a volver por un rato a mi casa”, estimó Juana, una de las vecinas de calle Perú.
Minutos después del temblor autoridades provinciales exhortaron a mantener la calma, al tiempo que explicaban que no se registraron daños materiales. Por ejemplo, Defensa Civil informó que no hubo daños de magnitud ni víctimas, aunque sí se registraron cortes de luz en calle Independencia, de Las Heras, y el derrumbe de una vivienda precaria en el barrio General Espejo (también conocido como Cinco Mil Lotes).
De todas formas, preventivamente se suspendieron las clases para el turno noche en toda la provincia. En tanto, la actividad en el aeropuerto Francisco Gabrielli también fue suspendida una hora.
Cabe destacar que en Uspallata y villas cordilleranas se registraron algunos desprendimientos de piedras, sobre todo en la zona de Cortaderas, que obligó a suspender el tránsito de vehículos. También se vio interrumpido el tramo de la ruta 7 que pasa por el túnel 2 debido a que una gran roca bloqueó el camino. Recordemos que en horas de la tarde autoridades chilenas habían dispuesto el cierre del paso fronterizo, por lo que el tránsito era menor al habitual.
En tanto, el Ministerio de Seguridad solicitó a la población no utilizar la línea de emergencias 911 para hacer consultas relacionadas con el sismo. Al parecer fueron cientos los mendocinos que, presos del temor, optaron por llamar a la Policía bloqueando la línea telefónica ante una emergencia. Como la que -por fortuna- no ocurrió en Mendoza y sí en Chile.