Recientemente volvió a activarse y a estar en el centro de la polémica un tipo de engaño conocido como el “Telar de la abundancia”. Se trata de un esquema piramidal, que les promete a los miembros una rentabilidad que podría sextuplicar la inversión inicial. En tiempos de crisis económica y pocos ingresos es “tentador” poder multiplicar el dinero sin hacer más que relaciones públicas, pero según los entendidos el sistema es insostenible a través del tiempo y siempre habrá más perdedores que ganadores.
Este tipo de maniobras tiene “posibles consecuencias perjudiciales para el patrimonio de parte de los participantes”, explica la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (PROCELAC).
El esquema, con sus diferentes eslabones, se mantiene gracias al ingreso de nuevas personas. Pero apenas deja de entrar gente, se cae toda la estructura. Hay quienes consiguen ganar algo de dinero, pero la mayoría no percibirá los montos prometidos.
Por qué es una mala inversión
El analista de mercados y candidato a senador por Consenso Federal, Ramiro Marra, contó que participó de uno para conocer de qué se trataba y poder opinar al respecto, pese a que sabía de antemano que se trataba de una estafa.
“Uno de los problemas que detecte es que hay gente que se lo toma como un juego, más que como manejo de dinero”, sostuvo en diálogo con El Cronista.
En esa línea, Marra explicó que "el único que gana siempre termina siendo el que lo inicia, porque después los siguientes empiezan a tener menos expectativa de alcanzar el objetivo".
Según detalló una de las técnicas que se usan es enviar el dinero una vez que se completa la flor, en lugar de hacerlo uno por uno. Para Marra, “no es una gran conspiración, sino gente confiada que cree en el sistema. Es un juego donde ganan muy pocos y pierden muchos”.
En tanto, destacó que no se trata de “una inversión racional porque las expectativa de lograr una rentabilidad es muy difícil de predecir, casi imposible. Es por eso que lo asocio más a un juego”.
Por qué es una estafa
Esta estafa se realiza en cuatro etapas, cada una con sus respectivas funciones. Se necesita de 15 personas para que se “active”.
Etapa 1: son las personas que quieren ingresar en el "telar de mujeres". Para hacerlo, deben depositar en la cuenta del beneficiado. La cifra promedio es entre 1500 y 3000 pesos.
Etapa 2: son quienes ya pusieron plata y deben atraer a dos personas más para subir al otro nivel.
Etapa 3: son dos personas que están a la espera que el individuo del nivel superior cobre para ocupar su lugar, mientras puede seguir sumando gente.
Etapa 4: es la persona que recibe el depósito de los ocho interesados. Gracias a eso, puede recuperar la inversión inicial.
Una vez que los “Etapa 1” le depositan al “Etapa 4”, éste se retira y el “telar de la aundancia” se completa. En ese momento, el círculo se divide en dos, por lo que se deben reclutar nuevamente ocho personas para que el telar funcione.
El truco está en que el esquema necesita permanentemente de nuevos donantes para no terminar estafado. La estafa reside en que cada vez que una persona gana, otras siete pierden y quedan a la espera de subir al máximo nivel.
La variante "feminista"
El telar de la abundancia existe hace años con la misma modalidad, pero con distintos nombres se lo conoció también cómo“el telar de los sueños”, el “Mandala de la abundancia”, los “Círculos de la prosperidad”, “Flores de la abundancia” y “Ruedas de la amistad”.
Pero este último resurgimiento tuvo una forma llamativa de reclutamiento, que invita a “empoderarse como mujeres” tal como circula a través de mensajes de Whatsapp.
Según explicó a El Cronista, la economista feminista Candelaria Botto "este tipo de estafas piramidales tienen larga data y siempre se van renovando con los discursos que más peguen en el contexto. Ahora el boom está en los telares de mujeres que toman el discurso de género para plantear que si el patriarcado nos educo para competir entre nosotras entonces nos unamos para que 'todas cumplamos nuestros sueños'".
"El problema es que justamente desde el principio se sabe que esto no va a pasar y encima se culpa a las mujeres que no consiguen ampliar el telar, que son las que tienen menos contactos con los ingresos suficientes", advirtió.
Años atrás ya alertaban sobre el tema
En 2016 la PROCELAC ya había advertido de este tipo de engaño, consistente en “una propuesta de inversión que promete una ganancia del 700% sin esfuerzo”. “Dado que el dinero ingresado no se destina a ninguna actividad que de por sí produzca utilidades, la posibilidad de obtener la ganancia prometida depende exclusivamente del ingreso de nuevos participantes. A medida que se van creando nuevos grupos, se van necesitando cada vez más personas para completarlos, lo que aumenta las posibilidades de que el mecanismo se quiebre y se produzcan pérdidas”, señala el informe.
Además, la PROCELAC detalla el tipo de delito en el que incurren quienes participan de estas redes: “La captación pública de dinero para su colocación en inversiones es una actividad que en nuestro país requiere autorización de las autoridades competentes (como el Banco Central y la Comisión Nacional de Valores), quienes controlan el funcionamiento de las entidades a efectos de proteger contra fraudes y abusos”. Y por último advierte a los usuarios: “Antes de hacer una inversión, es conveniente conocer su funcionamiento, sus condiciones y sus riesgos, así como también obtener información acerca de la seriedad y solidez de quien la administra”.
Los miembros, si logran a la vez reclutar gente, crecen en la pirámide hasta alcanzar el rol más alto (o el centro de toda una red), desde donde obtendrán la ganancia. Ese dinero, en rigor, viene de los nuevos ingresantes que pagan para entrar a la pirámide con la misma expectativa: multiplicar el dinero invertido. Por eso, el éxito del camino dependerá exclusivamente del reclutamiento y el convencimiento para que nuevos actores se sumen a la causa.