Algunas modas le sientan muy bien a las industrias culturales y, en términos de artes escénicas, las que están dominando el ranking de mendocinos adeptos son las comedias de pie (o stand up) y los espectáculos de improvisación teatral. De las primeras, no hablaremos en esta nota; pero sí de las segundas. Porque...: ¿qué es improvisación teatral? ¿Por qué engancha a los espectadores mendocinos, que son más esquivos que colibrí en pleno invierno?
Lo primero, las precisiones. La improvisación teatral es una técnica que sirve para dos cosas bien diferenciadas.
Una de ellas es usarla como herramienta para construir un registro de teatro que abreva en diversas vertientes del teatro contemporáneo. Según esta primera perspectiva, es una técnica que se ejerce puertas adentro de la creación artística: los elencos la utilizan para ir armando sus personajes y las relaciones entre éstos.
Pero la 'Impro' también es una forma de construir un espectáculo que tiene reglas y condiciones -tanto para el actor como para la platea- propias: se enrola en las filas del humor; tiene al juego como premisa; no busca presentar una trama escrita previamente: no existe la idea de 'contame la historia', 'de qué se trata'; requiere de la participación del que mira; el actor es también, al mismo tiempo, director y dramaturgo; no hay escenografías, aunque sí pueden haber objetos escénicos que funcionen como disparadores; el intérprete se "desdobla" (transmuta en personaje) ahí mismo, frente a los ojos del espectador; y tiene que basar su rutina en tres principios básicos: la adaptación a los temas y situaciones que propone el público, la escucha atenta de lo que sucede en la platea y la aceptación de lo que ella solicita. Algo así como que un espectáculo de "Impro" se construye "entre todos".
¿Nuevo? No tanto..., che
Pese a que en Mendoza, y en la industria del entretenimiento en general, la improvisación parece una novedad de cartelera, de reciente no tiene nada. En la provincia, como show de técnica pura sobre los escenarios, se hizo presente con fuerza recién los últimos años porque siempre andamos más atrasados de tendencias. Pero en el mainstream teatral nacional e internacional este 'brío fashion' suena nuevamente desde los '90, aproximadamente.
Pero ojo: la improvisación es una de las técnicas más antiguas de las que se nutre el teatro. Ya los juglares europeos, que andaban de pueblo en pueblo con sus carromatos, basaban en ella sus juegos teatrales para narrar una historia. La Comedia Dell'Arte italiana es la que cobijó a esta herramienta, junto con las técnicas que luego serían del clown, del mimo y de la farsa.
Y, desde aquel siglo XVI en adelante, ha habido en la historia del teatro grandes referentes de la improvisación como propuesta escénica.
Basta con mencionar a la norteamericana Viola Spolin, que supo convertir sus "Juegos teatrales" en referencia obligada durante las primeras décadas del siglo XX; fundó en el '46 la Compañía de Jóvenes Actores en Hollywood; fue productora y propiciadora de Sills's Story Theatre en Los Ángeles y Nueva York durante los '70, cuando también se hizo célebre en la tv de aquel país; y actuó en la película de Paul Mazursky, "Alex in Wonderland".
El británico Keith Johnstone es otro maestro de la técnica. Nadie podría decir que la "Impro" es un 'género menor' si se tiene en cuenta que este propiciador de sus juegos es profesor emérito de la Universidad de Calgary, ex Director Asociado del Royal Court Theatre de Londres (compañía prestigiosa a nivel internacional, si las hay) y cofundador de las compañías The Theater Machine & Loose Moose Theatre Company (a fines de los '70). Como autor, sus obras han sido llevadas a la escena en Canadá, Estados Unidos, Brasil y varios países europeos.
Johnstone es, además, quien creó uno de los métodos más extendidos de la improvisación: el "TheatreSports". La otra modalidad es el "Match", que surgió de los juegos teatrales que otros inmensos maestros de la técnica (los canadienses Yvon Leduc y Robert Gravel) armaron y desarrollaron en Québec, con su compañía Teatro Experimental de Montreal.
Y por Mendoza, ¿cómo improvisamos?
El "TheatreSports" y el "Match" son dos formas de competencia de equipos opuestos que realizan escenas teatrales improvisadas según las sugerencias que reciben del público. La platea es la que califica o, también, un panel de jueces.
Esta modalidad, y algunas similares que derivan de ellas -puede que no sea una competencia y que el público participe en el juego de improvisación con las consignas y reglas para los actores- tienen un larguísimo éxito en nuestro país: desde el extraordinario Osqui Guzmán, hasta la Liga de la Improvisación Profesional dirigida por Ricardo Beherens.
Mendoza también se encuentra en este mapa selecto, pues las carteleras locales dedicadas al humor han comenzado a darle espacio a este tipo de espectáculos.
El proyecto generador de la disciplina, como show en vivo en la provincia, llegó de la mano de Ernesto Suárez y los actores de El Taller. Fue con "Humor de miércoles", en el 2003.
Desde aquella época hasta nuestros días, todas las semanas estos artistas Daniel Encinas, Leticia Gili, Guillermo García, Miranda Sauervein, Eliana Borbalás, Oskar Pizarro suben al escenario con la firme intención de improvisar junto al público y sus desopilantes consignas.
Otro de los proyectos que más notoriedad y permanencia adquirió en estas lides es la Liga Mendocina de la Improvisación (LMI), gestada por Esteban Agnello -uno de los artistas formados en El Taller-; junto a Joaquín Labanca, Sebastián Luna, Gonzalo Merino, Martín Palero y Verónica Calderón.
Además, otros humoristas y actores como Diego Flores o el mismísimo Ernesto Suárez, idean en sus shows de café y en espacios no convencionales, poéticas fuertemente ligadas con estos paradigmas escénicos para gestar la complicidad con el público.
Así las cosas este tipo de propuestas parece haberse vuelto moda en la provincia, al menos por ahora. El público que no es adepto a las carteleras teatrales de fin de semana lo ha elegido como opción. Los artistas que lo esparcen han hecho de ella una de sus ‘fijas’ laborales (y están adquiriendo más y más destreza en la técnica, muy difícil de sostener con calidad) y la relación entre escenario y público se fortifica y enriquece.
LA FICHA | "Humor de miércoles". Día y hora: todos los miércoles de junio, a las 22. Sala: Teatro Bar La Comedia, San Juan 456. Entrada: $100.