El Gobierno de Alfredo Cornejo y el SUTE se mostraron “satisfechos” por la reunión paritaria de ayer, en la que definieron un cuarto intermedio hasta el mes de febrero y el compromiso mutuo de hacer una oferta (el Ejecutivo) y dar una respuesta consensuada con las bases (el gremio).
Es decir que ambas partes sentaron las bases para un futuro acuerdo en el marco de la discusión salarial 2018.
Es cierto que aún no resolvieron nada, sólo se dieron tiempo para “avanzar en la discusión”. Pero está claro que ese tiempo extra obtenido, fue fruto de las conversaciones.
Además quedó demostrada una intención compartida de negociar. De hecho, en los pasillos de Casa de Gobierno la satisfacción fue tal, que hasta hicieron notar que “los docentes podrán cobrar el bono de fin de año”.
Esto es porque en el acta paritaria, el SUTE dejó en claro que quiere percibir esa ayuda “compensatoria salarial” de fin de año, “porque los docentes lo requieren”, por más que hasta hace pocos días la rechazara por ser una suma “en negro”.
En la conducción del sindicato en tanto, la satisfacción es alta también. No sólo por la posibilidad concreta de acceder al bono. Sino también, porque entre ellos entienden que también hay ciertos logros “políticos” en el haber.
“Al menos esta paritaria no terminó por decreto, que es así como venía encaminada”, celebró Sebastián Henríquez, titular del SUTE sobre la reunión de ayer.
El secretario general se estrenó este año en este tipo de encuentros, tras ganar una histórica elección con la lista Marrón, derrocando a los históricos de la lista Celeste y de la Azul Naranja (desprendimiento de la Celeste), muchos de ellos referenciados con el kirchnerismo.
En el inicio de las discusiones salariales 2018, venía con el antecedente de dos paritarias fracasadas en 2016 y 2017. A ello se agregó el primer y contundente rechazo a la oferta inicial de 14% (en tres partes), que surgió del plenario provincial, donde la lista de Henríquez sólo tiene una tercera parte.
A eso se le sumaba la imposibilidad de discutir el bono de fin de año, cuyo monto el Gobierno ahora subió a tentadores $ 7 mil. Es decir, todo iba camino a un nuevo fracaso.
Por eso, el pedido del SUTE de discutir en comisiones técnicas en enero y recibir una nueva propuesta en febrero, no sólo le permite ganar tiempo, sino que le da un handicap para acordar, que hasta ahora no parecía tener.
En el gremio también ven como favorable lo que se viene en torno al ítem Zona, que finalmente unos 16 mil docentes terminarán cobrando.
Es que si bien la paritaria específica fracasó -al no ponerse de acuerdo en la forma, y por el rechazo del plenario provincial del gremio- en el SUTE hay quienes se muestran esperanzados en que se hagan modificaciones que van en el sentido de sus pretensiones.
Así las cosas, el SUTE llegará al 1 de febrero a sentarse a la mesa paritaria luego de haber tenido dos reuniones de la comisión técnica (22 y 29 de enero). También lo hará habiendo sumado a la discusión ítems no salariales, como la ropa de los celadores y la ayuda de útiles para maestros suplentes.
Y el compromiso de recibir una propuesta “superadora” del Gobierno, que bien podría ser -como está siendo en otros ámbitos del Estado- de un 15,7% en tres tramos, retroactivo a enero.
Puede que tal vez no lo acepte, pero será parte de una futura discusión.
La era cornejo
En 2016. La primera paritaria docente que encabezó el gobernador Alfredo Cornejo fracasó y terminó en decreto (luego refrendado por Ley), creando el Ítem Aula.
En 2017. La segunda paritaria docente de la era Cornejo también terminó en un decreto tras la falta de acuerdo. Se dio aumento de 17% en dos tramos, sin posibilidad de reabrir discusiones en el último trimestre.
En 2017-18. Paritaria actual con un primer rechazo (suba del 14% en tres tramos desde febrero). Para febrero, compromiso mutuo de una propuesta y respuesta.