Más allá de repetir el libreto de todas las paritarias de este año, con una primera oferta del 15%, el Gobierno propuso a los docentes un adicional de $ 750 para útiles y de $ 920 para vestimenta. El gremio rechazó la oferta y llamó a otros sectores de la educación a movilizarse en un frente común.
Las banderas del Sindicato Unido de los Trabajadores de la Educación (SUTE) nutrían ayer la esquina de Morón y San Martín, frente a la Subsecretaría de Trabajo. Afuera, cerca de 150 movilizados aguardaban al resultado llamando la atención con parlantes y ganando varios bocinazos en apoyo.
Si bien la paritaria abrió en diciembre de 2016 por el bono de Reyes, en enero se dieron distintas reuniones técnicas y ayer estuvo la primera oferta concreta. En un calco de las propuestas a los otros gremios, se trató de un 15% dividido en 10% para febrero y otro 5%, no acumulable, en julio.
Otro paso del instructivo paritario ha sido ofrecer adicionales según el sector y en este caso fueron $ 750 para útiles escolares y $ 920 para indumentaria en un solo pago. El rechazo pausó la negociación hasta el próximo miércoles 15, cuando habrá otra propuesta, que seguramente será del 16% si el Gobierno se atiene a su estrategia.
"La propuesta se ajusta a la situación de crisis que vive la provincia", defendió Ulpiano Suárez, subsecretario de Gestión Pública y Modernización del Estado.
“Estamos desde diciembre con una paritaria para más de 95 mil empleados. Pero casi 1.900.000 mendocinos nos exigen responsabilidad para no repetir acuerdos salariales que luego no se puedan cumplir”, disparó.
Adrián Mateluna, secretario general del SUTE, anunció que convocaría a otros sectores de la educación para "conformar un centro de lucha". La intención es movilizar a docentes, investigadores, agrupaciones estudiantiles y personas vinculadas a escuelas públicas y privadas para "avanzar en logros para toda la educación".
Similares fueron las palabras de Sebastián Henríquez, de la Lista Marrón, una corriente distinta a la de Mateluna: "Esta propuesta es que los trabajadores sobrevivan en la indigencia y después se les exija dar educación de calidad".
Todavía está fresco el desenlace de 2016 cuando, tras la tercera oferta, el Gobierno definió por decreto. Un final así dejaría al SUTE sin la “cuota solidaria”, un porcentaje del aumento que se descuenta a los trabajadores y que recibe el gremio. Además del costo financiero, hay que tener en cuenta el político ya que en julio se renuevan las autoridades del sindicato.
Desde el Gobierno no temen las movilizaciones y se les suma a favor que el ítem Aula, que el año pasado trabó la discusión, no se discute ahora por estar judicializado. Por ello apuestan a que antes de las clases esté terminada la negociación. No se la quieren llevar a marzo.
Cornejo reconoció los bajos salarios
El gobernador, Alfredo Cornejo, no pudo evitar hacer mención al salario de los docentes durante la presentación de los Lineamientos Políticos Pedagógicos para el Ciclo Lectivo 2017. En el acto que presidió junto al director general de Escuelas, Jaime Correas, prefirió la táctica de comprender en vez de confrontar.
“Yo lo digo. No es un buen salario el del docente ni mucho menos es un buen salario el del docente que está frente al aula en los primeros años de carrera. No lo era antes, en el anterior gobierno, ni lo es ahora”, enfatizó el mandatario. El jueves, Correas había reconocido que el salario era “insuficiente” y que querría poder ofrecer un mejor pago.
La estrategia pasa por afirmar que es el mayor esfuerzo que puede hacer el Estado y para eso Cornejo ilustró con la gestión anterior: “Las paritarias del 2015 se acordaron por encima de la inflación y después no se pudieron pagar los salarios. Entonces, ¿de qué valen las paritarias altas, si después no se pueden pagar?”