El plenario provincial del SUTE definirá esta tarde si acepta o rechaza la 'última y definitiva' propuesta de aumento salarial del gobierno de Alfredo Cornejo y si el inicio del ciclo lectivo previsto para el lunes 6 de marzo tendrá un desarrollo normal o -por el contrario- habrá paro.
Las posturas de los maestros en las escuelas ayer parecían mostrar un predominio hacia el rechazo, especialmente en los decisivos departamentos del Gran Mendoza y San Rafael, aunque no permitían adelantar definiciones claras en materia de un eventual plan de lucha.
Ambos puntos ocupan el centro del orden del día del plenario provincial de las 18 y sobre el cual -de una u otra manera- el Gobierno militó la aceptación y la conducción gremial el rechazo.
Previamente, esta mañana se llevarán a cabo los 18 plenarios departamentales que formalizarán las posturas a exponer por la tarde en la sede central del sindicato.
Las discusiones se dieron entre el lunes y ayer en las escuelas y evidenciaron distintos grados de disconformidad con el aumento del 17 por ciento en dos veces. Pero, al mismo tiempo, también mostraron la prevención que hay entre los docentes a la hora de propiciar un paro.
Es que entre los maestros y profesores pesa el descuento del discutido ítem Aula, que se encuentra recurrido por el gremio ante la Supema Corte, sobre el cual no existirá un pronunciamiento sobre su validez antes de junio próximo.
La discusión en las escuelas abarcó también el uso o no de urnas con voto secreto. Esta metodología -que se aplica en ATE pero hasta el momento no se había implementado en SUTE- fue puesta a disposición en las escuelas por parte del secretariado que encabeza Adrián Mateluna.
Pero sólo se aplicó en algunas escuelas, ya que predominó la metodología habitual del voto en asamblea.
Las definiciones en las escuelas se produjeron mientras a nivel nacional la Ctera disponía un paro docente en todo el país, en reclamo de la continuidad de la paritaria nacional docente.
El Suteba de la provincia de Buenos Aires se sumaba a las medidas de fuerza en rechazo a la oferta de la gobernadora María Eugenia Vidal de aumentar el 18 por ciento en cuatro veces.
En Mendoza -además- ayer quedó conformado el Frente Educativo Provincial que nuclea a gremios de la CGT y la CTA de los Trabajadores.
En la sede de Sutiaga y con la presencia de los titulares de la CGT Luis Márquez y Oscar Arancibia y de la CTA, Gustavo Correas, tres sindicatos docentes acordaron trabajar en unidad “para enfrentar un año de lucha”.
Estuvieron presentes Mateluna (SUTE), Ester Linco Lorca (Sadop) y Carlos Groezinger (UDA). Todos adhirieron a los paros y movilizaciones nacionales previstos para los días 6 y 7 de marzo.
La oferta del Gobierno establece que un maestro de grado con diez años de antigüedad y diez por ciento de zona lleve su ingreso actual de 10.600 pesos a 11.600 desde este mes y a 12.600 en julio próximo.
Según las simulaciones que el Ejecutivo le entregó al SUTE, un maestro de grado con 25 años de antigüedad y 90 por ciento de zona pasaría de 17.400 a 19.200 y 20.800 en ambos meses. En tanto un director con 25 años de trabajo y 50% de zona pasaría de 25.900 a 28.600 y 31.000.
Un celador con diez años de antigüedad y 50 por ciento de zona que hoy cobra 8.200 pesos cobraría 9 mil en febrero y 9.900 en julio. En tanto un profesor con 18 horas cátedra, diez años de antigüedad y 10 por ciento de zona llevaría sus 9.200 pesos a 10 mil y a 10.800.
El 26 de febrero del año pasado 188 delegados del SUTE rechazaron la oferta gubernamental del 22,6% de aumento y dispusieron paros. El Gobierno otorgó el aumento por decreto.
Gremios nacionales harán huelga
Los cinco gremios docentes con representación en todo el país (Sadop, CEA, AMET, UDA Y Ctera) decidieron una huelga general de 48 horas para el 6 y 7 de marzo, en rechazo a “los topes salariales” y a “la negativa oficial a discutir paritarias nacionales”, de modo que el ciclo lectivo no comenzará en las fechas previstas por el Ministerio de Educación.
En tanto que en el resto de las provincias los representantes de los trabajadores de la educación endurecían sus posturas en las negociaciones, en la provincia de Buenos Aires, el sindicato de Suteba resolvió adherir a la medida de fuerza declarada en el orden nacional.
Sin embargo, fuentes oficiales consultadas justificaron la actitud que mantiene el Gobierno en las negociaciones salariales, al afirmar que “la paritaria nacional 2017 fue sellada a través de la automatización del salario inicial docente en un 20% por encima de lo que se acuerde en el Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil”.
En ese sentido, las fuentes consultadas insistieron que ese punto quedó establecido en la negociación paritaria del año pasado y se encuentra vigente.
El ministro de Economía bonaerense, Hernán Lacunza precisó que en la reunión con los gremios docentes se ratificó la propuesta de aumento de un 18 por ciento con una cláusula gatillo sujeta a la inflación lo que permite, que los maestros “le ganan o le empatan a la inflación”.
Lacunza agregó que "el 25 por ciento que piden para este año es por la inflación que estiman ellos y como no queremos que los docentes corran riesgos incluimos esa cláusula gatillo de ajuste automático". Télam