Pablo Colangelo, un ingeniero argentino de 35 años, fue uno de los cinco afortunados que están cumpliendo el sueño de cualquier persona: vivir durante un año gratis en Italia.
El concurso Sabático Italiano, organizado por la plataforma Airbnb y la ONG Wonder Grottole, fue ideado para ayudar a revitalizar el centro histórico de Grottole, ubicado en el sur de Italia.
En este pueblo de la provincia de Matera, en la región Basilicata, el argentino junto a la canadiense Helena Werren (46), que vive en Buenos Aires; la filipina Anne Tachado (24), con domicilio en Melbourne, Australia; el ex bombero neoyorquino Darrell Pistone (62) que se mudó a Arizona; y el galés Remo Sciubba (62), experto en idiomas y viajero; viven desde el 5 de junio y hasta fines de agosto.
Según publica Clarín, Grottole cuenta con 300 habitantes, 600 casas abandonadas y estos cinco candidatos vivirán por tres meses a la suela de la bota de Italia para formar parte de la población, con todos los gastos pagos. El objetivo de la iniciativa es aprender italiano, llevar adelante una huerta comunitaria, cocinar comidas típicas con ingredientes cultivados por sus propias manos, tomar clases de apicultura, limpiar basurales, abrir nuevos caminos entre la maleza con un machete y aportar proyectos que contribuyan a repoblar Grottole.
La propuesta despertó gran interés en nuestro país, se enviaron más de 40.000 solicitudes de las más de 280.000 que se recibieron en total. Argentina ocupó el segundo puesto en número de candidatos, detrás de Estados Unidos.
Pablo Colangelo está viviendo en una casa de dos plantas con aire acondicionado, wi-fi, TV, una cocina súper completa, dormitorio con escritorio, dos baños y un lavadero oculto detrás de puertas corredizas. Según contó a Clarín, su llegada al pueblo fue todo un acontecimiento. "Nos recibieron con música y comida, el alcalde nos dio la bienvenida y hasta la RAI nos estaba esperando", recordó.
"Todos me insistían para que me anotara y yo dudaba porque siempre aplica tanta gente para estas cosas... ¿Justo yo iba a ganar? Pero al final completé la solicitud y me olvidé del tema", cuenta sobre su participación.
El ingeniero en Sistemas de Información estaba destinado a esta experiencia. "Lo increíble es que la gente de Airbnb me escribió varias veces y, como los correos fueron a parar al Spam, no los vi. Entonces me contactaron por Linkedln a fines de marzo. ¡No lo podía creer! Hicimos una entrevista de una hora en inglés por Skype y la grabaron. Poco después me llamaron de nuevo para avisarme que era uno de los cinco voluntarios elegidos", contó.
"Aporto mi experiencia como viajero y extranjero, en el sentido de visualizar qué es lo que está faltando para que la gente venga a vivir o a visitar Grottole, proponiendo cosas que vi en otras partes. Lo más importante es la interacción con los pobladores y que se den cuenta de que el sitio está vivo. Porque la mayoría tiene más de 70 años, pero hay muchos chicos que se quieren quedar para potenciar el turismo, el vino o el aceite de oliva", expresó sobre su experiencia en el pueblo italiano.