El sueño copero del Rojo se mantiene muy firme

Independiente volvió a derrotar al campeón argentino, y lo eliminó de la Copa con un global de 3-0. El próximo rival: Chapecoense (Brasil).

El sueño copero del Rojo se mantiene muy firme

Independiente venció a Lanús 1-0 y avanzó a los octavos de final de la Copa Sudamericana, instancia en la que se medirá con Chapecoense de Brasil, a partir de la próxima semana. Benítez, a los 40’ de la primera mitad, dio la victoria al conjunto de Avellaneda que en el partido de ida ya se había impuesto de visitante por 2-0.

En el balance de los 180’, los dirigidos por Gabriel Milito fueron justos vencedores, más que nada porque supieron capitalizar sus chances a diferencia del Granate, que careció de contundencia en campo del oponente en ambos encuentros.

Cortada y con pocas acciones de riesgo resultó la primera etapa en la que Lanús manejó por más tiempo la pelota, pero falló de tres cuartos de cancha hacia adelante ante una estructura sólida que exhibió el equipo de Milito.

Independiente, en cambio, supo aprovechar la única situación que se le presentó y sacó una ventaja casi decisiva sobre los 40’ con un gol de Benítez quien, tras una réplica, tomó un rechazo corto de cabeza de Braghieri y fusiló a Monetti con un disparo bajo. Hasta ese momento Lanús fue un poquito más, pero le costó salir con velocidad y luego, al acercarse al área adversaria, no consiguió quebrar a una defensa bien parada.

Recién sobre los 31 minutos tuvo su única chance del segmento, cuando José Sand recibió dentro del área y sacó un zurdazo de media vuelta que rechazó el uruguayo Martín Campaña.

Lanús siguió insistiendo en la segunda mitad y sobre los 9 tuvo su chance más clara cuando el paraguayo Miguel Almirón recibió libre en el centro del área, pero el balón le pegó para su pierna derecha, la menos hábil, y sacó un disparo débil que salvó con lo justo el ‘Torito’ Diego Rodríguez.

Independiente contestó en una réplica. Primero con una volea de Jorge Ortiz que rechazó al córner el arquero Monetti y enseguida, con un cabezazo desde inmejorable posición de Nicolás Figal que se fue muy alto.

La expulsión de Toledo, cuando restaban 18 minutos, puso suspenso al encuentro. Pero Independiente no pasó mayores zozobras y sigue soñando con sumar su segunda Sudamericana.

Y por la solidez que viene exponiendo en cada actuación, tanto en este certamen como en el local, no sería extraño que alcance su objetivo.

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