El presidente interino del gobierno español Pedro Sánchez enfrenta importantes votaciones en el parlamento esta semana que despejarán el camino para que su Partido Socialista forme un nuevo gobierno o para una posible cuarta elección general en cinco años.
Sánchez tendrá dos oportunidades de recabar el apoyo necesario en la cámara de diputados, pero comienza la semana sin garantías de que logrará los votos necesarios.
Los socialistas tratan de llegar a un acuerdo de último momento con Unidos Podemos, una coalición de izquierda que impulsaría posturas contra medidas de austeridad en la primera coalición de gobierno desde la restauración de la democracia hace más de cuatro décadas.
Pero incluso con el apoyo de Unidos Podemos, Sánchez necesitaría el respaldo de otras agrupaciones menores.
De no conseguirlo, comenzará una cuenta regresiva con miras a la formación de un nuevo gobierno en un plazo de dos meses.
El paso siguiente sería una disolución automática de las Cortes (parlamento) y la convocatoria de una nueva elección.
Hoy habrá una votación en la que Sánchez debe sacar una mayoría absoluta (al menos 176 votos en un cuerpo de 350 bancas). De no conseguirlos, podrá insistir el jueves, en que solo necesitará más “sí” que “no”.
Los socialistas tienen 123 bancas y Unidos Podemos 42, lo que les da un total de 165. Sánchez podría buscar votos de partidos regionales que lo ayuden al menos a conseguir suficientes "sí" en la segunda consulta. El PP, Ciudadanos (centro-izquierda), Vox (extrema derecha) y otras agrupaciones menores han dicho que votarán por "no".
Las negociaciones entre los socialistas y Unidos Podemos no iban a ningún lado hasta que el líder de esta última coalición, Pablo Iglesias, dijo el viernes que desistiría de buscar un puesto en el gabinete, algo a lo que se opone Pedro Sánchez.
Los socialistas afirmaron que eso daba razón para optimismo, convencidos de que podían ponerse de acuerdo en torno a las prioridades políticas, pero Unidos Podemos insiste en colocar gente en el gabinete.