En este sentido, el sistema constructivo más elegido en Argentina es el ladrillo cerámico hueco, con más del 90% del mercado, porque logra la mejor ecuación costo-beneficio y un buen valor de reventa.
La construcción de una vivienda se piensa siempre como una inversión a futuro, por eso las características que se buscan a la hora de elegir los materiales de construcción son la durabilidad, la resistencia estructural y una buena aislación termoacústica, así como también que permita ahorrar en términos de energía.
El ladrillo hueco es el material que proporciona todos estos beneficios, y es por ello que es el sistema más arraigado en nuestro país y el más elegido por arquitectos y constructores. Desde este punto de vista de la inversión, el ladrillo hueco tiene una óptima relación costo-beneficio, asegurando un ahorro tanto energético como de mantenimiento. Por ello, en un análisis comparativo entre los principales sistemas constructivos de Argentina, incluyendo materiales y mano de obra, la opción de ladrillo hueco resulta ser la más económica.
El ladrillo hueco es un aislante natural del calor gracias a sus celdas de aire y por ello, puede ponderarse también por su capacidad de lograr ahorros a futuro en materia de energía. Este material fue desarrollado pensando en el ahorro energético en refrigeración o calefacción de la vivienda, manteniendo los interiores frescos en verano y cálidos en invierno, ya que poseen propiedades mucho más aislantes al intercambio de temperatura.
Más aún, si se invierte en los nuevos ladrillos termoeficientes, se puede reducir el futuro consumo energético en climatización hasta un 50% con solo un incremento de entre el 2 y 3% en el costo total. Además, permite construir muros con un coeficiente de transmitancia térmica K que varía entre 0,6 y 1,00 (W/m2ºC), cumpliendo con la Ley 13.059 de la provincia de Buenos Aires.
La relación costo-beneficio también debe ser evaluada en una proyección en el tiempo. Al ser un sistema constructivo que cuenta con la máxima durabilidad, resistencia y una vida útil de más de un siglo comprobado, las propiedades construidas con ladrillos huecos no se desvalorizan con el paso del tiempo y logran el mejor valor de reventa a futuro.
Asimismo estos edificios serán asegurables e hipotecables sin necesidad de estudios específicos. Por otro lado, para los propietarios, supone un gasto mínimo a lo largo de los años, ya que estas construcciones tienen la cualidad de tener un mantenimiento prácticamente nulo. Por ello es que construir una propiedad con ladrillos huecos es considerada por el mercado como la inversión más sólida.
Asesoró: Cámara Industrial de Cerámica Roja –CICER.