El sindicalismo enciende motores

En Buenos Aires el sindicalismo anticipó que endurecerá su posición frente al Gobierno, mientras en Mendoza la dirigencia cegetista se reunió con Alfredo Cornejo.

El sindicalismo enciende motores

Luis Fermosel - la.fermosel@gmail.com

El sindicalismo se despertó de la histórica modorra de fin de año y de las vacaciones de enero y comenzó a trabajar. Lo hizo y generó situaciones contradictorias, porque mientras en Buenos Aires decidió romper el diálogo con el Gobierno, porque continúan los despidos, en Mendoza los integrantes de la CGT local mantuvieron una reunión con el gobernador, ante la convocatoria efectuada por el mandatario provincial. Todo dentro de un esquema que comienza a moverse también en el plano político, porque este año hay elecciones legislativas y el sindicalismo intentará poner sus nombres en las listas de candidatos.

Si nos atenemos a lo que sucede a nivel nacional, debemos señalar que en el segundo día del mes de febrero la CGT nacional dio su primer paso para "marcarle la cancha" al gobierno nacional. Como siempre ha ocurrido, la actividad sindical se detuvo el 20 de diciembre, con motivo de las fiestas de fin de año y se mantuvo durante enero por las vacaciones. Pero ahora y con las elecciones a realizarse en pocos meses, los gremialistas van moviendo las fichas en el tablero político.

En el plano eminentemente gremial, el sindicalismo ha encontrado la fuente de reclamo en la situación económico-social y en la continuidad de los despidos. Señala que los empresarios han incumplido la ley anti despidos, ante la apatía "de un gobierno que no hace nada tampoco contra las suspensiones y atrasos en los salarios", tal cual lo denunció Juan Carlos Schmidt, uno de los secretarios generales de la central obrera. Anticipó que el sindicalismo va a suspender su participación en el diálogo y anticipó un paro de actividades para el mes de marzo. Según afirma la central obrera, las actividades más afectadas son la textil, el calzado, la metalmecánica y los servicios.

Esa actitud de dureza de la central obrera debe ser uno de los motivos de preocupación del Gobierno, en razón de que se da en un momento en que comienzan las discusiones por las convenciones colectivas de trabajo y para el oficialismo resulta fundamental que los porcentajes de aumento que se alcancen no disparen la pauta oficial que rondaría un 17 por ciento, como sucede en Mendoza en la discusión con los gremios estatales.

Y aunque nadie lo diga abiertamente, la dirigencia sindical debe estar mirando con el rabillo del ojo lo que sucede en el plano político, en razón de que nos encontramos en un año electoral y donde las decisiones se deberán adoptar, a más tardar, en los meses de abril y mayo.

"No queda mucho tiempo para posicionarse", nos señaló días pasados un sindicalista nacional, quien destacó que el mayor inconveniente que se les presenta es determinar qué va a suceder con la dirigencia política, en razón de que actualmente el gremialismo tiene diputados en el Frente para la Victoria y también cuenta con legisladores en el Frente Renovador, de Sergio Massa.

En el Congreso Nacional están sentados en las bancas de diputados los sindicalistas Héctor Daer (Sanidad-Frente Renovador); Facundo Moyano (Peajes-Frente Renovador); Omar Piaini (Canillitas-Frente para la Victoria);  Jorge Taboada (Camioneros-Frente para la Victoria); Enrique Castro Molina (Camioneros-Frente para la Victoria) y Carla Pitiot (Organismos de Control-Frente para la Victoria).

A ellos se suman los senadores nacionales Guillermo Pereyra (número dos de Moyano en la CGT Azopardo) y Daniel Lovera (Mercantiles). Debe consignarse que si bien Pereyra es uno de los hombres del sector "duro" del sindicalismo, en los últimos tiempos ha mantenido un fluido diálogo con el Gobierno, especialmente después de la intención oficial por renovar la iniciativa en Vaca Muerta.

En el caso mendocino, debemos recordar que hasta no hace mucho tiempo la Provincia contaba con dos representantes del sector sindical en el Congreso: Guillermo Pereyra, del Centro Empleados de Comercio y actual diputado provincial por el Frente Renovador y el dirigente de los petroleros privados, Dante González.

En Mendoza

En la provincia, el mismo día en que el sindicalismo nacional decidió endurecer su posición con el Gobierno, el gremialismo local se reunió con el gobernador Alfredo Cornejo. "Nosotros solicitamos una audiencia a (Alfredo) Cornejo el 5 de diciembre cuando nos constituimos como secretariado de la central obrera regional y nos avisaron que nos recibiría el jueves. Aprovechamos la oportunidad para presentar un documento en el que hacemos hincapié en los problemas de la provincia y manifestamos que estamos dispuestos a colaborar, siempre y cuando nos convoquen".

"Por de pronto, dijimos que nuestra preocupación se centra en los despidos, en las suspensiones y rechazamos la intención del Gobierno de ponerle un techo a las paritarias", dijeron. La delegación cegetista estuvo liderada por Luis Márquez (metalúrgicos, secretario general); Carlos Arancibia (Sutiaga), Rodríguez (Luz y Fuerza); Carlos Sosa (ferroviarios) y Molina, de Telefónicos.

Ante la consulta sobre lo que pueda ocurrir en el plano político, Márquez señaló que la CGT se dedicará exclusivamente a tratar la situación laboral de los trabajadores y por lo tanto no hará política partidaria. "Para esto últimos vamos a designar a las 62 Organizaciones de Mendoza, que saldrán de un plenario que realizaremos en las próximas semanas". De todos modos, anticipó que, "como dirigentes" los sindicalistas participaron de la asunción de las autoridades del justicialismo local.

Cabría consignar finalmente que algunos dirigentes, que quedaron fuera de la CGT han manifestado también su intención de incursionar en política, aunque han decidido esperar a que se aclaren las aguas dentro del justicialismo.

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