Las características más esenciales de este estilo tan extendido en la actualidad son los muebles retro algo desgastados con muchos ornamentos, las tonalidades pastel y los motivos floreados, entre otras. Al centrarnos en los muebles encontraremos muchos de estilo francés, piezas vintage restauradas con una capa de pintura pero mostrando su aspecto original con imperfecciones.
COLORES SUAVES Y FRESCOS
Dentro de este estilo, existe una gama limitada de tonalidades que suelen utilizarse como el blanco, crema y colores pasteles como el rosa, celeste, amarillo o verde. El verde salvia también es muy frecuente para la mesa de central o algún armario.
Pero, si buscás personalizar tu living, también podés introducir otros tonos de acento que te permitan conseguir la decoración deseada.
MUEBLES ANTIGUOS Y DESGASTADOS
Los muebles de living para decorar en este estilo son de aspecto desgastado, antiguos, como los que tenía la abuela o bisabuela en casa. Si presentan alguna imperfección natural que denote el paso del tiempo, mucho mejor.
Los sofás suelen estar cubiertos con mantas o fundas de color blanco o con detalles florales. Por el contrario, si no te gustan, podés mantenerlos tal cual ya que es mezcla entre lo actual y lo antiguo. Los detalles decorativos u otros muebles pueden ayudarte a equilibrar el entorno shabby chic.
OBJETOS DECORATIVOS VARIADOS
Como sabemos, el estilo shabby chic, es un estilo atemporal y muy cómodo, que puede ayudarte a reflejar tu estilo personal a través de los diversos adornos que existen. Por ello, podés introducir diferentes materiales como cerámica, porcelana, vidrio, hierro forjado siempre que luzcan de forma equilibrada en todo el espacio y no sentirte abrumada.
Las flores son indispensables. Colocá un jarrón de flores frescas o artificiales. Igualmente, si querés darle más alegría a tu espacio social, podés incluir papel en una pared que te ayudará también a definirla como centro de atención o punto focal.
Los cuadros con marcos antiguos tallados en color blanco, metálico o verde salvia, son muy frecuentes para este estilo. No hay una regla de cuántos podés incluir, porque podemos ver que nunca faltan y siempre son numerosos. Ya sea en sobre la mesa de centro, mesa lateral y paredes lucen bien. Para las paredes es importante la escala, donde la cantidad y tamaño de los cuadros se vean un tanto equilibrados y puedan ayudarte a reforzar y embellecer el espacio. Una pared grande con dos pequeños cuadros, por ejemplo, no se lucirá y pasará desapercibida.
TEXTILES
Al igual que las flores y los marcos, las telas son imprescindibles porque nos ayudan a crear un ambiente más cómodo y acogedor. Por ello, además de las cubiertas para sofás que mencionamos, podemos incluir también una manta hacia un lado del sofá de un color de acento. Tejidos a crochet en los brazos del sofá o como mantel sobre la mesa, almohadones decorativos con borlas, encajes o flecos.
ILUMINACIÓN
Para iluminar la sala shabby chic hay variadas opciones que podemos introducir y contribuir a que nuestro espacio se vea magnífico. Una araña de techo es una gran adición, así como las lámparas colgantes antiguas para la iluminación general. Mientras que como acento podemos incluir candelabros antiguos en alguna zona que deseás que se destaque como por ejemplo, el área de la chimenea.
FORMAS
Para crear o acentuar el toque femenino, los objetos o muebles con detalles curvos pueden ayudar. Las patas de las mesas estilo cabriolé o de león clásicas con detalles tallados por ejemplo, aportan también elegancia. Así también, los objetos decorativos como vasijas, floreros, también pueden ayudar.
