Los comerciantes y hoteleros de Barcelona están alarmados por la caída de su actividad, que achacan a la crisis política catalana, e indicaron este jueves que las ventas se desplomaron hasta un 30% en octubre.
La asociación de comerciantes Paseo de Gracia, la avenida del lujo de la capital catalana, estima que las manifestaciones habidas en octubre en el centro de la ciudad han provocado una caída de las ventas de "entre el 20 y el 30%" respecto al mismo mes de 2016, indicó una portavoz.
Dichas manifestaciones, independentistas y unionistas, se produjeron tras el referendo de autodeterminación ilegal del 1 de octubre y la declaración unilateral de independencia del Parlamento catalán el 27 del mismo mes.
El presidente de esa asociación, Luis Sans, destacó también una "desaceleración de la demanda turística" en la capital catalana, la segunda ciudad más grande de España y la más visitada del país.
El Gremio de Hoteles de Barcelona, que representa a unos 400 establecimientos, dijo que sus ingresos cayeron en octubre un 13%, y prevé que en noviembre haya una caída en términos similares.
Por ello, pidió en un comunicado que las autoridades tomen medidas para "relanzar la marca Barcelona y recuperar la confianza en el destino".
Concretamente, se sugiere la "celebración de ferias internacionales, congresos y otros acontecimientos relacionados con el turismo de negocios", tal y como apuntó el presidente de la asociación, Jordi Clos.
Desde inicios de octubre, unas 2.500 empresas sacaron de Cataluña su sede social, y al menos un millar trasladaron también fuera de la región su sede fiscal.
Alrededor de un 40% de los dueños de pequeñas y medianas empresas catalanas han constatado una caída "fuerte o bastante fuerte" de sus ventas en octubre, según un sondeo de PIMEC, la principal patronal de pequeñas y medianas empresas de Cataluña. Más del 60% de ellos lo atribuyen a la crisis política causada por el desafío separatista.
En el sector turístico, el 24% de directivos de establecimientos han registrado caídas, y el 80% lo imputa a la crisis política.
En el textil, donde las buenas temperaturas han pesado en las ventas de prendas de ropa, el 71% de patrones de pymes se dicen afectados.
Incluso, un 7% de las pymes interrogadas aseguran haber sido víctimas de un boicot de productos catalanes.
El turismo es uno de los pilares de la economía catalana, y representa un 12% de su PIB.
Cataluña, con su capital y su Costa Brava, es precisamente la región española que más turistas extranjeros atrae. En 2016 la visitaron más de 18 millones.