El Senado realizó su test de sesión virtual y todos quedaron conformes. A diferencia de Diputados, cuya prueba realizada el miércoles fracasó porque no se pudo votar, en la Cámara Alta definieron el ensayo como un "éxito" con vistas a la primera sesión virtual de la historia del Congreso, que sería el próximo miércoles, 13 de mayo.
De la prueba participaron 70 senadores, que se conectaron a una sala virtual de la aplicación Cisco Webex, la misma que se utiliza en la Cámara Baja.
El próximo lunes a las 14.30 se realizará un segundo testeo, según se indicó en el entorno de la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, presidenta del Senado.
El director de Infraestructura Tecnológica del Senado, Luciano Minuchin, llevó adelante la primera prueba técnica de la plataforma Cisco Webex, que duró una hora.
En el recinto no estuvo Cristina Kirchner pero sí la secretaria administrativa del Senado, María Luz Alonso, y el senador Martin Lousteau (UCR-Capital Federal), que es el vicepresidente del Senado.
Según se explicó oficialmente, a diferencia del sistema utilizado por el Senado para realizar las reuniones de comisión por videoconferencia, que es Zoom, para que el pleno sesione en forma remota se utilizará la plataforma Cisco Webwex y la plataforma Microsoft para el acceso al sistema.
Para las sesiones, los legisladores deberán ingresar a una plataforma en la cual cada uno tendrá acceso individual. La validación de los senadores y senadoras será otorgada a través del Registro Nacional de las Personas (Renaper), que a su vez proporcionará un código de acceso a cada uno de ellos.
Cristina Kirchner tenía previsto también testear de manera personal el funcionamiento del sistema. El Senado informó que con el objetivo de lograr la mayor transparencia del proceso se están aplicando las mayores prácticas de seguridad informática para garantizar la seguridad de los legisladores nacionales.
Al momento de la votación, cada senador recibirá en su dispositivo una pregunta para seleccionar su respuesta, mientras que en una pantalla se podrán ir visualizando los votos. En caso de que el sistema no registrara algún voto, el mismo se tomará a viva voz.
En algunos casos, los senadores se conectaron en este ensayo desde los despachos en Palacios Legislativos, Legislaturas provinciales, Municipios y domicilios particulares, desde donde sesionarán.
La oposición, satisfecha
"Estamos en la Legislatura de Tucumán, realizando la prueba técnica para la sesión del Senado, que se llevará a cabo el miércoles 13 de mayo. ¡Excelente! Todo marcha sobre ruedas. Agradezco una vez más al vicegobernador (Osvaldo Jaldo) por poner a disposición la Casa de la Democracia", dijo en Twitter la senadora radical Silvia Elías de Pérez.
A su vez, los radicales mendocinos Julio Cobos y Pamela Verasay también tuitearon una foto de ambos "probando el sistema para la sesión del Senado", sin formular críticas ni objeciones en público al funcionamiento del sistema.
En la Cámara Baja, en cambio, la prueba salió mal, y los diputados y el presidente del cuerpo y principal impulsor de la sesión virtual, Sergio Massa, se tomarán los próximos días para continuar las capacitaciones y ajustando los tornillos que hacen falta.
Según se explicó, el miércoles pasado, en la prueba de sesión virtual de la Cámara Baja, no se pudo votar porque colapsó la aplicación mediante la cual los diputados, con sus computadoras conectadas a una red telemática segura (VPN), dan cuórum y votan.
Pero, además, hubo inconvenientes de conexión a la aplicación Webex, de videoconferencias, al parecer porque el ancho de banda no soportó la cantidad de participantes.
"No estamos conformes con el funcionamiento del sistema", dijo Massa en una conferencia de prensa posterior al test, en relación al módulo de votación, y señaló que los diputados debían acentuar su capacitación.
Para la oposición, sin embargo, no se trató de un problema de capacitación de los diputados sino de la capacidad del sistema.
"Fue un problema de fierros, que no resistió la conectividad de todos al mismo tiempo y saturó el sistema de conectividad", dijo la diputada radical Karina Banfi, que de todas maneras valoró el intento de sesión por internet, impulsado por Massa y avalado a regañadientes por Juntos por el Cambio. "Salió un desastre, pero la idea es justamente que se puedan ver estos desastres para corregir errores y fallas", sostuvo.
A su turno, la opositora Graciela Ocaña señaló: "No es un problema de capacitación es de sistema. Toda la tarde tuvimos problemas. Estábamos presentes escuchando la reunión y sin embargo no figuramos en el recinto", dijo la diputada del partido Confianza Pública.
Más duro fue el mendocino Omar de Marchi (PRO): "Le están dando muchas vueltas al asunto. Sesión presencial ya de la Cámara de Diputados de la Nación. En la Argentina deben oírse todas las voces. Nos están cocinando a fuego lento", dijo en Twitter.
El pleno de la Cámara de Diputados, que tiene 257 integrantes, se reunió en la tarde del miércoles por internet, por primera vez en 158 años de historia parlamentaria.
Fue una sesión piloto para probar el funcionamiento del sistema virtual de debate y votación de leyes que impulsan Massa y, en el Senado, Cristina Kirchner, para evitar una reunión física que suponga un foco infeccioso de coronavirus SARS-CoV-2.
La sesión de prueba arrancó este miércoles después de las 17.30, con 40 diputados presentes de manera física en el recinto —Massa y jefes y autoridades de los distintos bloques políticos—, con barbijos y saludos con el codo. El resto, desde sus provincias.
Todos pudieron verse en sus computadoras y en el recinto, a través de 10 pantallas led gigantes que hizo instalar Massa y que están a préstamo por 90 días. La instalación y el mantenimiento de estas pantallas le costarían a la Cámara 650 mil pesos por mes, según pudo averiguar Los Andes.
Todos los diputados, inclusive los que están en el recinto, se conectaron a una sala virtual de sesión mediante dos aplicaciones: una, Webex (similar a Zoom, Skype o WhatsApp), para poder verse, escucharse y hablar; y la otra, desarrollada por los técnicos de la Cámara, para dar cuórum (logueándose e identificándose) y para poder votar.
A esta última aplicación se conectan a través de una red privada virtual, VPN, que es la que en la tarde del miércoles falló a la hora de votar.
Para esta sesión de simulacro se eligió debatir la ley Micaela, que establece la capacidad obligatoria en cuestiones de género para todos los poderes del Estado.
En el recinto estuvo presente la ministra de la Mujer y la Equidad de Género, Elizabeth Gómez Alcorta, quien realizó una larga exposición sobre cuestiones de género y destacó la importancia del lenguaje inclusivo y la inconveniencia del binarismo.
Massa arrancó la sesión de prueba invitando a los diputados a sacarse el barbijo a aquellos que lo desearan, porque ya está cumplida la distancia de como mínimo un metro y medio entre cada uno.
"Quiero contarles a los diputados que en este momento hay 176 diputados conectados, con lo que superamos ampliamente el cuórum que tendríamos en una sesión normal", les dijo Massa a los 40 que están en el recinto, como para anotarse un poroto a favor de su proyecto de sesión virtual.
Es que Juntos por el Cambio se mostró reacio hasta último momento a realizarse una sesión por internet.
Antes de la votación, la sesión de prueba ya había presentado algunos inconvenientes de conexión: en un momento del debate de la ley Micaela, Massa le dio la palabra a la macrista bonaerense Natalia Villa, que planteó que no podía hablar porque su computadora se desconectaba de la VPN.
De cualquier manera, pudo hablar por estar conectada a la aplicación de teleconferencias, Webex, aunque se la escuchó entrecortada.