El Senado podría convertir en ley el proyecto antitarifazo aprobado por Diputados, pero recién a fin de mes. Es decir que esta semana, contra las versiones originales, finalmente no habrá un tratamiento exprés de la iniciativa opositora, en medio del nerviosismo generalizado en la política por la suba del dólar, el vencimiento de las Lebacs y las negociaciones con el FMI para un auxilio financiero.
La decisión del Senado de pisar la pelota, según pudo saber Los Andes, es fruto de un acuerdo entre el oficialismo y la "oposición seria", como la llaman en la Casa Rosada. Es decir todo el peronismo no kirchnerista, que tiene como figura visible al rionegrino Miguel Pichetto.
La iniciativa pactada en Diputados por el kirchnerismo, el massismo y el PJ, establece que las tarifas de la luz, el gas y el agua no podrán subir por encima de los aumentos salariales. Pero este límite tiene impacto en todo el país solamente sobre el gas, porque en el interior la luz y el agua son concesiones provinciales.
En cambio, sí beneficiará a los porteños y bonaerenses porque se limitarán las subas en las facturas de AYSA y de las distribuidoras eléctricas Edenor, Edesur y Edelap, que son de concesión nacional. Pero no a los del interior del país.
Como esta propuesta tiene veto presidencial ya anunciado, inicialmente se explicó que el Gobierno pretendía que el Senado la sancionara esta semana, para no demorar más el costo político que deberá pagar Mauricio Macri con su rechazo.
Pero, a diferencia de Diputados, en el Senado las leyes no se tratan velozmente sino que suelen respetarse los tiempos parlamentarios: dictamen de comisiones y dejar pasar una semana hasta el tratamiento en el recinto.
A esa tradición reglamentaria se le añade la crisis cambiaria, inflacionaria y fiscal que sufre el país y justamente por la cual el Gobierno considera inconveniente dar marcha atrás con las actualizaciones tarifarias, ya dispuestas.
Por caso, el costo fiscal para el Estado nacional que implicaría esta ley opositora asciende a 170.300 millones de pesos en dos años, según un estudio técnico del bloque de diputados radicales, que lidera Mario Negri.
Al igual que en Diputados, donde el proyecto se aprobó por 133 votos a favor, 94 en contra y tres abstenciones, en el Senado la oposición también reuniría el número para convertirlo en ley.
Está descontado que Cristina Kirchner y sus ocho senadores levantarán la mano, al igual que Fernando "Pino" Solanas.