Sin el bloque radical y con los números justos, el oficialismo logró ayer la media sanción del proyecto que plantea en su título “democratizar la OSEP”.
De esta manera, el texto que es cuestionado por la UCR, que ayer decidió no asistir a la sesión e hizo peligrar el quórum, ahora pasará a la Cámara de Diputados, en donde el FpV se ve más holgado en los números, contando con el explícito apoyo del FIT (alcanzan a los 25 legisladores).
Así se cerró, al menos en parte, una discusión que intensificó los debates legislativos en tiempos en los que la transición ha pisado los temas más cruciales. Justamente, uno de los pedidos de la vicegobernadora electa, Laura Montero, era pasar este proyecto para después de la asunción, considerando que se está tomando una decisión que afecta a la próxima gestión.
El gobernador electo, Alfredo Cornejo, aseguró que esta sanción viene a ensuciar el reencauzado diálogo por el proceso de transición.
Pero más allá de los pedidos de la oposición, la avanzada del oficialismo logró su cometido, apoyada básicamente en los gremios, que tanto en el trabajo de comisiones como en el tratamiento de ayer se hicieron sentir. El SUTE, la CTA, Ctera y ATE estuvieron desde temprano, cortando la calle Patricias Mendocinas. Luego, una parte de los manifestantes entró al recinto y anticipó la aprobación que se venía.
“Los distintos gobiernos han puesto a nuestros representantes a dedo y esto ha llevado a que nuestra obra social esté en donde está. Hemos dado un paso muy importante que significa poder elegir por el voto a nuestros representantes, que tengan revocatoria de mandato, que ganen como un trabajador y que rindan cuentas al conjunto de los trabajadores afiliados de su gestión”, valoró Raquel Blas, quien traspasará la titularidad de ATE a Roberto Macho. Ambos estuvieron ayer en lo que que fue el festejo posterior a la media sanción.
En el radicalismo entienden que los problemas de la OSEP son otros y que no es el momento para que el FpV apure este debate, más teniendo en cuenta que es un proyecto de larga data.
En este sentido, la media sanción estuvo en duda y las especulaciones, antes de que empezara la sesión, daban cuenta de que el proyecto podría volver a comisiones ya que el radicalismo había dicho que no iba a entrar al recinto. En las cuentas del oficialismo, había algunos legisladores propios que podían no estar, aunque esto se redujo a la única ausencia de Matías Stevanato, senador que en debates clave ha jugado en contra de su partido.
Con esta única falta, y sumando a Noelia Barbeito, del FIT, y a Néstor Márquez, de Unidad Popular, el FpV logró la mitad más uno, condición para llegar a la simple mayoría. “Lamentablemente, el radicalismo no nos acompaña, pero nosotros ya agotamos todas las instancias de diálogo y entendemos que pasarlo a Hacienda, donde ellos tienen mayoría, sería cajonearlo”, señaló Gustavo Arenas (FpV), al comenzar la sesión.
Reparos radicales
Una vez conocida la aprobación, el bloque radical emitió un comunicado en el que resumió parte de los planteos escuchados hasta ahora y en el que acusó un “pacto espurio” entre el oficialismo y las cúpulas gremiales. “El paso del tiempo demostró que los acuerdos paritarios ocultaban los pases a planta permanente del Estado de funcionarios y ñoquis, y que la situación de la obra social refleja una administración escandalosa que la ha llevado a la peor situación de su larga historia. Sin lugar a dudas, la OSEP formó parte de aquel pacto no escrito”, señaló el texto.
En esa línea, ayer por la tarde Cornejo insistió en un pacto entre el Gobierno y los gremios, a quienes consideró poco representativos de los afiliados a la OSEP: “ATE tiene sólo 14 mil afiliados y quien ganó la elección sacó sólo 1.700 votos”.
Y ya apuntando al oficialismo, dijo: “Si tenían un afán democratizador de la OSEP, podrían haberlo hecho con anterioridad. Lo vemos como una señal muy, muy mala, en un contexto donde estábamos intentando buscar un acercamiento para instrumentos financieros de crédito, para que se pagara la deuda que ellos mismos han generado. No creo que sea una buena señal, más cuando se les pidió encarecidamente que no trataran proyectos fuertes”.
Otro de los puntos que cuestionaron ayer en la UCR tiene que ver con el senador intercambiado por el FpV. La ausencia de Stevanato ayer no llamó la atención, si se tiene en cuenta que tampoco fue a las reuniones de la comisión de Salud. En su lugar, el justicialismo puso a Gustavo Valls, quien firmó un despacho acordado dos días antes de su incorporación, según denunció el senador radical Jorge Palero.
Un debate de dos décadas
El proyecto que propone la democratización de la OSEP tiene una larga historia. Tal como recapituló el senador Arenas ayer, en la Cámara de Diputados hay cuatro iniciativas. La primera se remonta a 1996, con el radical Lucio Duarte, aunque también Néstor Piedrafita, Alejandro Molero (ex diputados ambos) y el FIT presentaron sus ideas. En el Senado, Guillermo Amstutz, cuando fue senador, y el Ejecutivo, en febrero de este año, también presentaron sus ideas. La iniciativa de este último es el proyecto votado.
La modificación del artículo 34 de la Carta Orgánica de la OSEP supone que los tres miembros del directorio, que están en representación de los afiliados, serán elegidos por el voto directo. Uno de ellos, estará por los jubilados.
La encargada de regular esta elección, en donde participarán los 400 mil afiliados, será la Junta Electoral. Aún no hay una fecha tentativa de cuándo podría producirse el comicio. Una de las particularidades que tendrán estos cargos es que serán revocables, a partir de los dos años y por la voluntad de la mitad más uno, expresada en referéndum. A su vez, quienes accedan a estos lugares, ganarán lo mismo que en sus anteriores trabajos en el Estado (estarán retenidos por la función que desempeñarán por cuatro años), aunque el directorio podría agregar adicionales que suban estos salarios.
