Mientras el mundo sigue su marcha y se posiciona cada vez más exigente, el área laboral requiere de sujetos que tengan muy en claro sus potencialidades a la hora de un puesto de trabajo.
Sin embargo, parte del éxito de lograr adentrarse a determinados puestos y desarrollarse, no sólo tiene que ver con las capacidades, sino con la manera en que se las puede hacer visibles, y ante todo posicionarlas como una gran fortaleza. Así una búsqueda laboral efectiva requerirá que el candidato en cuestión sepa aplicar tácticas similares a las utilizadas por las empresas (por ejemplo) para lograr posicionarse en el mercado laboral y así obtener el puesto deseado. Esto es lo que se llama “marketing personal” o “self branding”.
Pero, ¿tenemos en claro en qué consiste y cómo trabajarlo?
La psicóloga laboral Viviana Imperiale (titular de la cátedra de Psicología Laboral en la Universidad del Aconcagua y disertante en diversos claustros académicos) aborda y aclara el tema, con los parámetros fundamentales para tener en cuenta.
"Eso que vos tenés"
“El marketing personal tiene que ver con poder ‘venderse a uno mismo’, respecto a las habilidades que se tienen para un trabajo o labor a la que se aspira. Eso va a implicar que el sujeto realice un autoanálisis concienzudo que le permite identificar los aspectos diferenciales que posee para el trabajo al que aspira”, explica Imperiale.
- ¿Cuáles serían esos aspectos?
- Por ejemplo en el proceso previo a aspirar a un puesto de trabajo, el sujeto debe tomar contacto con las competencias que posee, lo que implicará que se tome el tiempo de investigar y de revisar las capacidades que ha ido adquiriendo, no sólo las que tienen que ver con la carrera o profesión elegida, sino aquellas que se han ido sumando.
En la medida en que se revalorizan estas competencias (entendiendo el término en la actualidad como aquello que engloba conocimientos, habilidades, actitudes, puestas en acción; o habilidades desarrolladas o por desarrollar), más allá de lo académico, puede sumar una excelente alternativa que la empresa puede llegar a tener en cuenta. Se tienen que revalorizar y aprender a redactar estos saberes-haceres en el CV, que no siempre son laborales, pero que resultan más que importantes para muchas empleadores.
- ¿Es decir que la autoconciencia de lo que se tiene sería uno de los aspectos fundamentales?
- Sin dudas es una de las herramientas que le permitirán a la persona en cuestión el poder conocer objetivamente sus potencialidades y lo que tiene para brindar, así como también sus debilidades.
En general uno de los errores más comunes es creer que las competencias están dadas sólo por los estudios, y se dejan de lado las que se adquieren a partir de otras experiencias.
- ¿Qué otros principios no deben dejarse de lado para el automarketing?
- El autoconocimiento, (tener la claridad mental de lo que se tiene para dar, lo que se es, y lo que no) el análisis de los objetivos (qué se desea de ese trabajo, qué se busca, teniendo muy en claro lo que la labor en cuestión requerirá del empleado, para saber si se está buscando en el lugar adecuado, conocer cuál es el objetivo al que se desea llegar para poder alcanzarlo), visualizar los obstáculos (lo mejor es poder conocerlos para superarlos y llegar a la meta), y pergeñar tácticas y estrategias (definiendo el modo como se actuará para sobrepasar barreras).
Otro de los aspectos a tener en cuenta para evitar es “inflar” las competencias o habilidades que realmente se tienen. Algo que se ve muy seguido en los CV, y que definitivamente juega en contra a la hora de revalorizar las competencias.
Como bien explica la especialista se trata de parámetros que resultan fundamentales a la hora del automarketing, y que pueden ser guiados mediante cursos o capacitaciones, para poder desarrollarlos y utilizarlos como herramientas vitales en el proceso de búsqueda y presentación. De allí la importancia del autoanálisis. Como destacan en un artículo Matías Ghidini y Alex Markman (autores de “Mi trabajo ahora”): “... Un autoanálisis concienzudo permite identificar los aspectos diferenciales del candidato: cualidades personales, competencias profesionales, experiencia y valores. La marca personal debe comunicarlos inequívocamente, estableciendo quién es el candidato, qué hace y por qué debe ser contratado. El uso de lenguaje preciso, adaptado para cada puesto y organización, de un formato de presentación adecuado y la selección de los canales de búsqueda más adecuados para la industria y el nivel de experiencia del candidato resultan fundamentales”.