Desde el comienzo de la temporada, los productores primarios vienen planteando un serio problema por los precios que les pagan acopiadores, exportadores e industriales, argumentando que los precios que paga el consumidor son 10 ó 20 veces mayores a los que recibe el productor.
Otro tanto se viene percibiendo en el sector vitivinícola. El año pasado hubo una buena vendimia y hasta diciembre, con el dólar favorable, se pudo exportar vinos a granel, aprovechando una mala cosecha en Europa. Pero sobre fin de año se confirmó una muy abundante cosecha europea mientras en Argentina se aplicaban retenciones a las exportaciones luego de haber reducido los reembolsos por impuestos.
Las entidades vitivinícolas están más organizadas y han conseguido múltiples reuniones a nivel nacional con funcionarios que no les dan muchas esperanzas. “Todo depende de Hacienda” argumentan echándole la responsabilidad al ministro Dujovne. En una reciente visita a Mendoza, el ministro Sica dijo claramente que comprendía el planteo pero que por este año era imposible por la situación financiera del Tesoro Nacional.
Esta semana el ministro de economía provincial, Martín Kerchner, hizo muchas promesas a entidades vitivinícolas, que los empresarios e industriales tomaron con desinterés. “No queremos créditos ni que nos compren productos, queremos poder venderlos y el Estado no nos lo permite” adujeron.
Realmente, la propuesta provincial, después de las respuestas de los ministros nacionales parece poco realista y una especie de bálsamo de corto plazo. A pesar de lo que dijo el ministro de San Juan, no hay promesas serias de la Nación y no se avizora ningún cambio, a pesar que el gobierno sostiene las retenciones solo basado en las exportaciones de granos porque el resto de las economías regionales no han podido reaccionar.
Pero Mendoza no es solo vitivinicultura. Además, este sector ha recibido ayudas durante más 70 años para corregir errores de producción de sus mismos actores, mientras el resto de los actores primarios no han tenido la atención ni de la Nación ni de la provincia. Mendoza también tiene horticultura, fruticultura, olivicultura y especialmente ajos. Este producto es el que mayores ingresos genera como producto primario, pero sus productores avisaron que recurrirán directamente a la Nación porque nadie en Mendoza atendido su reclamos.
Queda claro que, más allá de alguna sobre actuación de los funcionarios, el gobierno de Mendoza no tiene una clara estrategia de política económica que permita una mayor inserción de los productores en el mercado. En momentos en que hay que modificar las cadenas de comercialización, el gobierno quiere gastar plata en comprar vinos. Lo mismo de siempre y para nada.
