Quedó a un pasito de volver a hacer historia. De codearse nuevamente con las mieles de lo que puede significar una gran victoria, de cerrar otro año con lo máximo que se puede conseguir a nivel local.
Hablamos de la Unión Deportiva San José, del Sanjo, de esa institución que en el último lustro apostó a un fuerte crecimiento institucional y a la cual los resultados van de la mano de un esfuerzo mancomunado que se realiza puertas adentro.
Anoche derrotó a la Asociación Deportiva Anzorena (70-78) y, si repite mañana en la FMB, se coronará como el mejor de la temporada en la A1.
El primer parcial fue de mucha intensidad, con más efectividad bajo el tablero que con lanzamientos desde la línea de tres puntos. No se dieron respiro, las transiciones siempre fueron veloces y casi no hubo ventajas. El 15-16 con el cual finalizaron los primeros 10’ de acción lo dejó más que claro.
San José inicio de manera determinante el segundo parcial. Efectivo en la salida, provocó un quiebre con su trabajo defensivo. Sin embargo, Anzorena se puso a tiro con triples de Federico Bonini y Franco Bravín.
La visita respondió con la mano caliente de Leandro Linchetta para estirar nuevamente la ventaja. Ignacio Garitonandia acortó distancias nuevamente y a esa altura, la definición del primer tiempo era electrizante. Uno arrancó mejor la etapa y el otro la cerró. Fue 33-44 al descanso largo.
Anzorena siguió pobre en su búsqueda ofensiva y el tercer cuarto también fue propiedad del visitante. Los hermanos Rubia (¿Quién sino?) aparecieron con sendos lanzamientos para quebrarle el ánimo a los de la Sexta.
A tal punto llegó el nerviosismo del local, que Bonini se fue descalificado tras recibir dos faltas técnicas. Cangelosi, otro ex rojo, aportó lo suyo casi en final de la etapa y parecía cosa juzgada, pero entre Alejo Schestakow y Cantalejos marcaron lo contrario: 53-62.
Aún con la pérdida de Lavezzari (sufrió un corte en el rostro) Anzorena se puso en partido con una intensa presión en defensa y le trasladó los nervios a su rival. El ingresado Orrego se sumó con su aporte en el goleó y San José mostró imposiciones en la transición.
Era de ida y vuelta. Para el infarto. Medio cuarto por jugar y una diferencia de 6 puntos (62-68) dejaban el final abierto. Anzorena se puso a 2 puntos y apareció Lucas Müller desde la línea perimetral para darle aire a San José.
La historia se definió por la mayor frialdad con que San José jugó los segundos finales. Anzorena perdió la cabeza y lo pagó caro.
