-Sos ex arquero y periodista de ESPN.
-De ESPN no soy más, porque me echaron.
-¿Dónde estás ahora?
-En ningún lado. Las empresas, cuando te necesitan, te miran a los ojos; cuando te echan, te mandan telegrama.
-¿Te lo veías venir o fue una sorpresa?
-La verdad que no. A ver, hay cosas que tienen que ver con recambios. Yo soy un ex futbolista, pero no de la talla de los ex futbolistas…
-No sos "el Patrón" Bermúdez ni vendés abonos en Colombia.
-Sí, pero “el Patrón” es el que menos merecería ese comentario, porque es un señor, la verdad. Yo lo quiero mucho. La primera vez que me cruzo con él es casualmente donde nos cambiamos, en el vestuario de ESPN. Entra y me dice: “Ruso, para mí es un placer saludarte”. Y yo lo abrazo, y cuando lo tengo apretado, de oreja a oreja, le digo: “¿Sabés lo que te puteamos con mi vieja? No tenés idea”.
Y de ahí en más nació una relación completamente diferente. Yo creo que tiene que ver con otra cosa, una búsqueda de un futbolista que haga menos de periodista y, en el “Hablemos de Fútbol”, juegue lo menos solo ese juego del fútbol, ¿no? Y yo tampoco quiero caer en esta idea de levantar una bandera de hacerme el periodista. Lo que sí traté de hacer como ex futbolista, es ser muy respetuoso de la cosa periodística y, aún siendo futbolista, ser lo menos corporativo posible. Cosa que ahora me pasa que los periodistas son más corporativos que los futbolistas.
-Me he cansado de decirlo. Lo voy a decir otra vez, contigo de interlocutor. Hay un juego en el cual nadie puede decir que es inocente.
-Absolutamente. El único tipo que sí pudo tener un quiebre sólo con la barra fue Cantero, y mirá cómo quedó. Más allá de su actitud o ineptitud. Cuidado, porque después terminó sometido, podría haberse ido, porque cuando se fue, fue por otra cosa. Pero es un gran ejemplo para dar en relación a cómo se mueve el fútbol, el poder. Porque lo usaron políticamente todo el tiempo.
Cuando salieron a encuestar en el comienzo de Cantero presidente, lo terminaron abrazando a Abal Medina (h), y lo terminaron metiendo aquí, allá. Bueno, esa exposición terminó jugando un juego muy perverso para con él primero, y desde él para con Independiente. Todavía estaba vivo Satanás -hablo de Don Julio (Grondona)-, y cuando Satanás mueve los hilos se acaba todo. Vos calculá que a Cantero -esto no lo ha dicho nadie, soy el único que lo digo-, De Felippe le tuvo que decir:
"Si usted no se va, no ganamos más". ¿Quedó claro, esto? Nosotros le estamos poniendo no al juego sino a todo lo que conlleva, desde el juego nuestras vidas, una energía que no lo merece desde la mierda que lo maneja, desde la mierda que lo rodea. Después discutamos si nos gusta o no lo que estamos viendo.
Pero eso ya pasó a ser secundario para nosotros. Es desgraciado decir esto, es triste, pero es real. Nuestro placer en Brasil no era como jugaba la selección, era cantar “Brasil, decime qué se siente”. Esa era nuestra mayor cosa. Y después estaba lo otro. Si hubiéramos salido campeones, pero más lindo si hubiera sido con Brasil. Hay todo un morbo propio, nuestro, que no está ligado a cómo salir campeón.
-Todo vale.
-Nosotros tenemos un lío bárbaro. Es una cosa de locos. Hay caminos diferentes para ganar, lo acepto. Que hay algunos que gustan más o menos, lo acepto. Y que tu gusto no tiene que ser el mío, ni tampoco el mío tiene que ser el verdadero, perfecto, todo bárbaro. Ahora, acá, en pos de la idea del resultado, hemos avalado las peores cosas.
-Creo que lo que acá pasó es que eso que vos contás es, como dice Chico Buarque, "la nostalgia es un barco cargado que no tiene puerto donde recalar". Eso que vos me estás diciendo es lo que yo amo también. Pero acá apareció otra cosa, acá apareció una serie de figuras delictivas que están en el Código Penal y que son las que nos están manejando.
-Sin dudas. De la misma manera que te dicen: “tendría que haber perdido los puntos Boca”. La verdad, a mí me encantaría que hubiese sido en la cancha. Ahora, ¿cómo hacés para regular un reglamento o para armar un reglamento pensando que va a haber uno que va a llevar un gas pimienta y se lo va a tirar en la manga cuando termine el primer tiempo?
Ante la alternativa de agresión, qué tipo de agresión, porque ahí entra todo no en lo confuso, sino donde la justicia después te va a hacer patinar por todos lados. El día que pasó todo lo que pasó en Boca vos escuchabas quienes estaban trasmitiendo, y muchísimos de los que hablaban de la locura, fueron muchísimos de los que llevaron a la gente a la locura. ¿Verdad?
-Sí, yo pensaba eso. Estuvieron toda la semana como si fuera, qué se yo, la guerra y la paz.
-El título era "la madre de todas las batallas".
-Tenés razón.
-23 días antes del primer superclásico por el campeonato local empezamos a hablar, y faltaban partidos por jugarse. Entonces, hay un punto donde nosotros, entre la taradez irracional, la imbecilidad, estamos cercanos. Parece como que todo se nos juega en un paralelismo. Es más, esas paralelas, por algún momento, se terminan uniendo. Rompemos leyes nosotros, normalizamos lo anormal.
-Hay una escena memorable de La Armada Brancaleone, donde el viejito que iba con el cofre con la guita, el prestamista, y estaba el guerrero con la espada atravesándole el pecho y clavado contra el árbol, y el viejito se acerca y le dice: "Se sentí male?". ¿Cómo mierda querés que se sienta?
-Exactamente. O sea, es realmente increíble.Yo vi la conferencia de prensa de Arruabarrena. Yo con él compartí un piloto de televisión que se llamaba “Menú 5”, vino mil veces a “Hablemos de Fútbol”. Hoy, sin justificarlo, está sometido a la realidad del poder. Está jugando el peor de los juegos. Arruabarrena, yo para nada creo que sea eso. Y repito, no lo estoy justificando, sino que no puede pararse de manos y decir algo en relación a las bravuconadas de Crespi.
¿Se entiende? Ya excedió la chance de un tipo que comunique desde un entrenador que maneje un plantel. Y un plantel sometido a esta realidad de la bravuconada y jugando el peor de los juegos, casi te diría con la falta de hombría de pararse de manos para que el imbécil, el irracional, el malviviente, el que vive de hincha, no te condene de por vida porque te abrazaste al de River y lo sacaste de la cancha ante un acto de absoluta solidaridad.
ALGO PERSONAL
“El Ruso”', es hombre del suburbano: Gerli, ese barrio entre Avellaneda y Lanús. Él fue arquero de Chacarita Juniors, Deportivo Español, Talleres de Remedios de Escalada e Independiente. En 1978 fue campeón en 1ra. C con Talleres. Personaje singular, y gran admirador de Hugo Orlando Gatti, el "Ruso" Verea se dedicó luego de su paso por el fútbol, entre otras actividades, a la venta de discos. Él fue aquel de “Heavy, Rock & Pop” en la vieja FM Rock & Pop, antes de su presente como desempleado luego de haber sido panelista en el programa Hablemos de fútbol, por ESPN.