El rumbo del peronismo mendocino - Por José Luis Toso

Sin un gran líder a la vista, el PJ local divide posiciones entre los que son complacientes con Cornejo y los más exigentes para acordar.

El rumbo del peronismo mendocino - Por José Luis Toso
El rumbo del peronismo mendocino - Por José Luis Toso

La reanudación del período de sesiones extraordinarias de la Legislatura encuentra al oficialismo en la búsqueda de acuerdos que permitan agilizar proyectos que el gobierno de Cornejo necesita y desea imponer.

Entre otras prioridades, debe acomodar los números de 2018 al acuerdo fiscal sellado con la Nación y desea ganar otra pulseada con la Justicia imponiendo la ampliación de miembros de ese tribunal.

Todo se da mientras en el justicialismo muchos esperan en algún momento la aparición de un nuevo líder partidario, más allá de la actual conducción y de los referentes que se destacan en ambas cámaras legislativas.

A esta altura, hay quienes extrañan figuras aglutinadoras y estrategas que en los últimos años han ido desapareciendo en el PJ mendocino.

Es que las dos últimas gestiones pusieron al peronismo en una pendiente que se hizo cada vez más pronunciada con la notable sucesión de derrotas electorales sufridas desde 2013.

Estiman algunos agoreros que la próxima gran caída partidaria se dará con el tratamiento del proyecto para sumar miembros a la Corte.

Dicen que hay un sector del PJ al que le resulta indiferente que sean los actuales 7 o los 9 que pretende Cornejo. No les cambia nada. Pero no todos piensan de ese modo, como veremos más adelante.

En medio del estado semi anárquico que afronta el PJ reapareció el “paquismo” en una reunión de un buen número de ex ministros y secretarios de Francisco Pérez.

Catarsis y algún enojo por la actualidad legislativa, propicia para Cornejo, si se la compara con las penurias que debió afrontar el gobierno anterior, un poco por la presión opositora que ejerció el cornejismo y también por desinteligencias y negligencias en los propios cuadros.

La incertidumbre partidaria del momento fomenta la reaparición de un equipo de gobierno que no se fue de la mejor manera del poder. aunque corresponde reconocer que varios ex colaboradores de Pérez participaron en la interna partidaria de las últimas primarias.

Es justo destacar que en ese golpeado elenco hay varios dirigentes que quedan a salvo de la crítica por su trayectoria, previa al “paquismo”, obviamente.

Intendentes sí, intendentes no. Por otra parte, en el principal partido de la oposición hay quienes sostienen que no hay uniformidad de criterio entre los cinco intendentes a la hora de consensuar posturas con respecto a la gestión de Cornejo y a sus propuestas más desafiantes.

Por eso desde las bancas los que se muestran más reticentes a apoyar sin muchos condicionamientos al Gobierno aseguran que “cada decisión que tomen (los caciques) la tienen que explicar ante nosotros”.

Se refieren a la influencia que los jefes departamentales ejercen sobre diputados y senadores que les responden incondicionalmente.

Los justicialistas más críticos consideran que en la provincia se da una situación parecida a la nacional, en la que hay un peronismo que le concede apoyo al gobierno de Macri y otro que está más cerrado a los preceptos del peronismo y aduce que lo que ocurrió durante los doce años de kirchnerismo se acomoda a los preceptos históricos del peronismo.

Y así como la mayoría de los gobernadores del PJ se muestran en mayor sintonía con la Casa Rosada, aquí los más contemplativos con las políticas de la gestión de Cambia Mendoza son, precisamente, los jefes departamentales, que argumentan que no es el momento de ir contra Cornejo, porque su imagen sigue estando en lo alto. Por eso es en el ámbito legislativo donde se desenvuelven los que quieren ser más estrictos con la gestión provincial.

Un panorama similar ofrece en estos momentos el Partido Demócrata, a pesar de su reducida representación legislativa. Están los que, como el diputado Niven, entienden que no deben perder la identidad partidaria más allá de formar parte de la coalición gobernante en Mendoza, y los que mantienen cargos en el Gobierno por estar plenamente identificados con el estilo y modelo de gestión.

¿Otra estrategia de oposición? Desde el PJ no minimizan la postura que llegue a adoptar a partir del recambio legislativo de mayo el Partido Intransigente. Los “ramones” (el ex integrante de Protectora José Luis Ramón es, junto a Mario Vadillo, referente del nuevo PI mendocino) podrían avanzar políticamente en la provincia sobre posiciones que el PJ cede por culpa de sus desinteligencias internas.

Hay que tener en cuenta que el bajo caudal electoral que tuvo el justicialismo en octubre lo pone en alerta con respecto al crecimiento de otras fuerzas, como la de los ex abogados de Protectora, indudable revelación en la última elección legislativa.

El año legislativo que comienza, y que, como señalábamos, tendrá el recambio en las bancas a partir del 1 de mayo, promete alternativas interesantes a partir de esas diferencias de criterio con respecto al gobierno de Cornejo que abundan en el peronismo.

Están los que no descartan que en ese marco de confusión interna y de falta de liderazgo, parte del PJ termine formando de hecho una suerte de oposición legislativa fuerte junto a los intransigentes y a ese sector varias veces díscolo hacia las decisiones del cornejismo que ejerce Marcos Niven desde su solitaria banca demócrata.

Claro, habrá que ver qué ocurre finalmente con el proceso interno que afrontará en breve el PD y, haya o no acuerdo de unidad, cuál sea la postura de la nueva conducción partidaria. El límite de los demócratas, amigos o no de Cornejo, es la gestión de Mauricio Macri, por lo que es difícil pensar en un portazo en la casa de Cambia Mendoza.

Lo que viene. Comentan en la Legislatura que el Gobernador pretendería una pronta y rápida aprobación del acuerdo de Consenso Fiscal por el cual en noviembre las provincias y la Nación acordaron pautas en la distribución de recursos entre las jurisdicciones.

Otra vez en el PJ la discusión sobre si apoyar o no al oficialismo. Algunos legisladores decidieron repasar en estos días el texto del acuerdo ante la posibilidad de que el cornejismo pretenda que se debata en forma acelerada en la sesión del próximo miércoles.

Este tema tendría reparos por parte del PJ, pero los más influyentes no prevén una gran resistencia porque es un claro asunto de gestión.

No debe olvidarse que la aprobación del acuerdo con la Nación también obliga al gobierno local a promover reformas en las leyes Impositiva y de Presupuesto de este año, ya aprobadas, para ajustarse a lo pactado con el Ejecutivo nacional.

En cambio, otro criterio podrían adoptar todos en el justicialismo con respecto a otro asunto que desvela a Cornejo: la ampliación de miembros de la Suprema Corte.

Trascendió que este verano no habrían mermado contactos entre representantes del oficialismo y la oposición para acordar una salida favorable a las pretensiones del Gobierno.

Entre legisladores del PJ estiman que por el momento nada garantiza el debate porque, a diferencia de los asuntos anteriores, no se trata de una propuesta relacionada con la gestión del Ejecutivo.

En el peronismo ven el proyecto de ampliación como una partida más en la disputa que Cornejo tiene con la Justicia, en este caso con el máximo tribunal, y especulan con una mayoritaria falta de conformismo con la propuesta entre sus integrantes.

Un justicialismo sin interlocutores ni líderes claros lleva a Cornejo y los suyos a negociar para dividir el frente opositor. El Gobernador ya blanqueó esa idea cuando el PD se le opuso en Diputados.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA