Es una de las marcas que más títulos ha logrado en el historial de la categoría (suma ocho consecutivos de la época gloriosa de Juan María Traverso, Silvio Oltra y Miguel Ángel Guerra). Sin embargo, desde 1993 no sabe lo que es reinar. Peleó torneos con Leonel Pernía en el último tiempo, pero siempre se quedó a las puertas de la gloria.
Sin embargo, otra vez parece que Renault está decidido a buscar la corona que tanto anhela en Súper TC 2000. Por el momento, se da el lujo de triunfar y de manera seguida. En General Roca lo hizo con el Tanito de Tandil y ayer, ante 30.000 personas y un día acorde a la fiesta, Emiliano Spataro alcanzó el éxito arriba del Fluence, modelo que antes también había hecho historia en San Martín con Guillermo Ortelli en la edición de 2011.
Como si esto fuera poco, el rombo se anotó su tercer triunfo en las tierras del Libertador igualando a Ford (festejó con Gabriel Ponce de León, Norberto Fontana y José María López). Más atrás en el tiempo, Matías Rossi soportó a los Honda con el Mégane II en 2008 y ganó una electrizante carrera que aún queda en el recuerdo de muchos.
Con el oriundo de Lanús, el Renault Sport consiguió un triunfo clave para sus aspiraciones a falta de dos fechas para caer el telón. Sin pensar en una estrategia previa para la Vuelta Joker, tal como el propio piloto lo aseguró, se encontró adelante de todos a raíz de la sanción que Fontana recibió por pisar la línea demarcatoria de color amarilla pintada sobre el asfalto para el ingreso a la variante.
El Gigante de Arrecifes cometió dos veces el mismo error, por eso penalizó con 30 segundos de recargo. En pista, el Chevrolet Cruze llegó primero a la bandera cuadriculada con Spataro y José Manuel Urcera (ganador del segundo parcial) detrás.
La innovadora propuesta de la divisional tuvo aceptación porque hasta último momento no se sabía quién festejaba. Aunque, si el ex Fórmula 1 no invadía el carril exclusivo de la Vuelta Joker en los dos ingresos obligatorios entre la cuarta y la penúltima vuelta, hubiese sido el cómodo triunfador ya que la diferencia que mantenía con Spataro era tranquilizadora. Ya lo había demostrado en la batería inicial con éxito holgado.
Siete líderes diferentes tuvo la carrera decisiva, lo que marcó a las claras el grado de emoción que hubo durante los 23 giros, más allá de que el público -por momentos- perdió el hilo de la punta.
Fontana marchó arriba, luego tomó la posta Néstor Girolami tras la única reanudación, Lucas Benamo también saltó a la cima, Javier Manta se dio el gusto de puntear hasta que Urcera transitó por la Vuelta Joker, Fabián Yannantuoni comandó el 1-2 de Peugeot pero Bebu regresó a la cúspide, el Fiat Línea de Urcera volvió al primer puesto y Fontana recuperó lo que fue suyo hasta que al llegar a boxes se enteró de la peor noticia pese a estacionar frente al cartel con el “1” que identifica al mejor.
Con un giro menos de aceleración plena, ya que los pilotos no venían bien encolumnados a la hora de la largada, la competencia tuvo el ingreso del auto de seguridad apenas iniciada. Mariano Werner, Matías Muñoz Marchesi, Esteban Guerrieri, Germán Sirvent y Matías Milla quedaron enroscados, motivando el ingreso del pace car. Luego todo fue estrategia, táctica y trabajo en equipo para utilizar la Vuelta Joker de la mejor manera.
Otro golpe de escena llegó tras el podio. Agustín Canapino fue sancionado por un toque a Facundo Chapur, por lo que Pernía saltó de alegría al heredar el tercer lugar.
Renault avisó en Río Negro y ratificó en Mendoza que busca dar lucha con el Tanito, que desplazó a un desdibujado Matías Rossi del segundo puesto en el certamen. Pero no se olvida del “comodín” que tiene llamado Spataro. Si bien está séptimo, el fiel a la marca cuenta con chances de ir por el primer lugar que Girolami pudo conservar al arribar en el cuarto puesto.