Independiente rompió ayer el maleficio de no poder ganar en este año como local y no encontró mejor partido para hacerlo que en el clásico de Avellaneda ante el Racing Club, al que venció por 2-0.
Emiliano Rigoni, de tiro libre a los 15 minutos de la segunda etapa, y el ingresado Maxi Meza, a los 47, anotaron las dos conquistas de un conjunto de Ariel Holan que se entusiasma con la probabilidad de clasificarse para alguna de las copas internacionales de 2018.
Racing, por su parte, no mostró su mejor nivel y dejó pasar una de sus últimas oportunidades para subirse al lote que darán pelea por los mejores lugare del torneo.
Independiente dispuso del balón y de la iniciativa en el primer tiempo, pero le faltó profundidad, pese a las buenas intervenciones de Martín Benítez. Así, el local transitó esa etapa inicial sin generar peligro concreto en el arco de Agustín Orion.
Racing, ordenado y seguro en defensa, mostró su peor cara en la primera hora, no por pasar algún sobresalto en su propia valla sino por lucir como un equipo partido. Cuando el equipo de Cocca resolvió ese problema, llegaron las dificultades para el local, porque Racing, eficaz para recuperar y atacar con rapidez, dispuso de las mejores posibilidades para abrir el resultado.
A los 24, la Academia tuvo la chance más clara del primer período. Aued habilitó con un buen pase en cortada para Bou, quien perdió en el mano a mano con el uruguayo Martín Campaña. La visita tuvo un par de ocasiones más, no tan claras como aquella, e Independiente apenas se aproximó al arco del oponente con un disparo débil de Gigliotti.
El segundo segmento comenzó enredado, con ambos equipos con inconvenientes para encontrar la mejor alternativa de pase y así los minutos transcurrieron lejos de los arcos.
A los 15 minutos, cuando el murmullo comenzaba a hacerse oír con mayor intensidad en el Libertadores de América, Independiente le dio a su clásico adversario un golpe durísimo, cuando Rigoni ejecutó un tiro libre desde el vértice derecho con un zurdazo traicionero, que picó antes de llegar a Orion e ingresó, manso, en el poste que debía custodiar el arquero visitante para poner el 1-0.
Apenas una salvada oportuna de Nicolás Tagliafico tras un desborde de Bou, cuando Lisandro López se preparaba para empujar por el medio, pudo contarse como reacción de los dirigidos por Cocca.
Después, fue todo del local, que ganó en intensidad e hizo crecer las figuras de Benítez, Rigoni y Barco, y que sobre el final, con un Racing confundido, le propinó el impacto de nocaut. A los 47, el ingresado Meza protagonizó un eslalom demoledor por el sector derecho y definió cruzado, de punta, para decorar el resultado y concretar un ansiado triunfo como local.