El rock se pone ochentoso

El trío Git vuelve con sus clásicos el viernes 20 de octubre al Arena Maipú. Mientras que Miguel Mateos se presentará en el Bustelo.

El rock se pone ochentoso
El rock se pone ochentoso

En plena efervescencia de la vuelta a la democracia, los años ‘80 significaron para la Argentina un cambio radical, en lo político, social y cultural. Y el rock nacional fue un verdadero motor de esa transformación, que contribuyó a la agitación permanente de nuevas estéticas y retóricas.

Entre Sumo, los comienzos de Soda Stereo, Spinetta, Los Abuelos de la Nada, Los Redonditos de Ricota, Fito Páez y Charly García, Git y Miguel Mateos/ Zas también fueron parte de esa movida musical, que surgió en Argentina pero traspasó la frontera a todo América Latina con el rock en español.

Y sí: trazando un paralelismo entre las bandas del momento, el año 1986 fue bisagra para muchos: una etapa prolífera en materia de lanzamientos de discos incónicos del género. Mientras Zas, con Miguel Mateos a la cabeza, lanzaba su placa “Solos en América”; el trío Git, hacía lo propio con Pablo Guyot (guitarras y coros), Willy Iturri (batería y voz) y Alfredo Toth (voz y bajo) presentando “Git Volumen 3” con el simple “Es por amor”; que rompió récords en toda hispanoamérica y se consagró en Estados Unidos.

Pasaron más de 30 años, pero los temas se convirtieron en clásicos y hoy sus protagonistas continúan convocando a miles de fanáticos.

El próximo viernes 20 de octubre, Mendoza será una de las ciudades que Git eligió en su tercera vuelta al ruedo, con un show en el Stadium Arena Maipú. En tanto, Miguel Mateos hará su parada obligada en el auditorio Ángel Bustelo, escenario que lo recibió varias veces y con el que comienza su gira 2017.

La tercera es la vencida

Git fue una banda fundamental de los ‘80. Pablo Guyot, Willy Iturri y Alfredo Toth tuvieron sus idas y vueltas. Después de romper los esquemas con

“La calle es su lugar (Ana)”, “Siempre fuiste mi amor” y “Es por amor”,  a finales de esa década, se distanciaron tres años para volver en 1992 con su placa “Distorsión”, hasta 1994.

Luego de once años sin tocar juntos, sorprendieron con un regreso en 2010 y este año redoblaron la apuesta con una nueva gira.

“Lo más importante es que nadie nos convocó a que volviéramos. En un almuerzo de por medio, nos miramos y dijimos: “¿Si volvemos a tocar? Dale”. Volvimos a la sala de ensayo y la verdad, que toda la química que tuvimos, la forma de tocar, hace que el grupo suene como suena. Y acá estamos”, desliza Willy Iturri baterista y voz de la banda, que en paralelo mantiene su carrera solista.

-¿Cómo se mantiene esa magia?

- Guyot: Venimos tocando desde hace treinta años, habremos tocado 15 años juntos, entonces cuando nos reunimos, aparece Git. Está la buena onda y estamos contentos de estar juntos. Salir de gira y tocar los temas que nos representan, es un placer para nosotros.

Y volver a Mendoza es mortal, porque uno de los primeros shows que hicimos fue en la bodega Arizu. Y después en Pacífico, que fue histórico.

-¿Vuelven por las ganas de tocar o hay nostalgia en el medio?

- Guyot: Nostalgia no hay porque todos hacemos cosas que nos gustan. Alfredo y yo producimos discos hace años y no salimos en vivo. Entonces salir de gira es como salir de una jaula.

-¿Han preparado algo diferente para esta gira?

- Toth: Integramos un guitarrista, a Guillermo Cudmani, y es la primera vez que tocamos los cinco. Y a Babu Cerviño, que lo conocemos de hace mucho. Eso hace la diferencia en lo musical. También en lo visual hay un nuevo diseño de luces.

-Se juntan, se separan un tiempo, pero se nota que se divierten.

- Guyot: Desde el ‘74 estamos tocando. Imaginate que nos hemos peleado, nos hemos amigado, pero somos como hermanos. Y eso, cuando nos juntamos a tocar se nota: nos divertimos, la pasamos bien. Y nos reímos más de nosotros mísmos que antes.

-¿Tienen planes de volver a grabar?

- Toth: Tenemos material. En todo este tiempo paramos para tocar y grabar otros proyectos. Hay composiciones metidas en baúles que tenemos que sacar, pero ya llegará el momento. Eso lo dejamos para más adelante.

-¿Pero se imaginan ese nuevo sonido de Git?

- Iturri: No sé. Lo más importante para nosotros es que estamos de gira. Empezó en junio, estuvimos en Córdoba, ahora vamos a Perú, el teatro Coliseo en Buenos Aires. La gira sigue hasta mayo del año que viene. Después de eso pensaremos si grabamos temas nuevos.

- ¿Hay posibilidad de reeditar sus discos?

- Toth: Sí, nos dijeron que se iban a reeditar todos los discos y que iban a salir en formato vinilo. Sería genial tenerlos de nuevo y sobre todo cuando los regalás (ríe).

- Iturri: Me pasó lo mismo que a Alfredo, rescaté las tapas y las tengo en una pared.

- En cuanto a la gira, ¿cómo los recibió el público afuera?

- Toth: Fue increíble. Pasaron cosas que no las esperábamos. No solamente el público que nos sigue desde los '80, si no las nuevas generaciones.

Algo que nos sorprendió bastante, porque en todos los shows hay chicos de 16, 18 años. Tenemos toda la sangre nueva, que nos hace estar arriba. 
30 años de un disco consagratorio

Aunque Miguel Mateos continuó con su carrera solista y es uno de los artistas que permanece vigente, su etapa en Zas fue decisiva. El álbum doble “Solos en América”, marcó un antes y un después en su camino; por su estilo, con el que coronó un reconocimiento internacional en América Latina y Estados Unidos.

Ahora transita el treinta aniversario de su recordada presentación en el estadio Obras, donde culminó una gira exitosa, y por ello decidió reeditar la placa con títulos como “Cuando seas grande”, “Es tan fácil romper un corazón” y “Llamame si me necesitás”. La semana que viene comienza un tour que lo traerá a Mendoza, con un concierto recopilatorio de ese álbum y sus grandes éxitos.

“Se cumplen 30 años de un disco icono en mi carrera y esta movida cultural que se dio en América Latina a mediados de los ‘80, que fue el rock en mi idioma. Y este disco fue una suerte de bandera de esa movida que hoy permite y abrió el camino a otros artistas de Argentina. Incluso un ida y vuelta para otros artistas de América. Es un disco pensado, después de un suceso como fue ‘Rocas vivas”, apunta Miguel Mateos antes de su vuelta a nuestra provincia.

- ¿Te imaginaste en ese momento, que iba a marcar tu carrera y la música nacional?

- Durante ese mes que pasamos en Los Ángeles grabando, nos dábamos cuenta de que era interesante. Pero mi idea era salirme de los contenidos y sonidos de “Rocas vivas”. Podría haberme quedado haciendo lo mismo, una suerte de rock de garage.

Pero me parecía que tenía que subir un escalón y pensar en otro sonido. Y creo que lo logramos.

- El año '86 fue interesante para el rock nacional, con la edición de grandes discos, ¿cómo fue la repercusión en ese momento?

- No fue tan grande. Había reformulado el grupo y era un dream team. Cachorro López (bajista) venía de Los Abuelos de la Nada, el Negro García López venía de La Torre. Y nos juntamos de repente. Pero acá al principio no se entendió mucho de qué iba el disco.

En realidad lo entendió más el interior del país que cierta parte de la crítica en Buenos Aires. Después se tuvieron que desdecir, como hicieron con Sampaoli en la Selección (ríe).

Ahora estamos más abiertos al mundo. En ese momento tenía una idea más global, de pensar la Argentina hacia afuera.

Yo tuve esa idea siempre y sucedió hasta terminar en un año y medio tocando en The Palace en Hollywood, con el primer concierto de rock en español. A ese concierto vinieron, generosamente, los Soda Stereo. Y les dije que ellos eran los próximos.

- ¿Cambiaste algo en esta reedición?

-No le toqué nada, solo lo remasterizaron. El arte, los dos discos salieron igual. Solo hice el master stereo. Lo mandamos a Los Ángeles, a un lugar que tiene toda la tecnología, pero maneja el protocolo vinilo. También salió en vinilo, tiene un cuidado a ese nivel y suena bárbaro.

-Repasando las letras de las canciones de esa época, ¿tienen vigencia en la actualidad?

-Volver a ensayar estos temas me trae un revival tremendo. Y parece mentira tocar temas que eran tan latentes en los ‘80, como la política nuclear.

Incluso “Solos en América” es una canción desde afuera y de todo el momento. Y este disco es un post de la vuelta a la democracia. Hay contenidos que tienen que ver con eso, como “Hagamos el amor”, que habla de caminar con libros bajo el brazo y caminar sin miedo.

Todo eso que vivíamos antes del ‘83. Ahora podemos decir lo que pensamos, siempre teniendo respeto por el otro. Los pibes de hoy no vivieron esa época. Muchas de esas letras tienen consistencia y me parecen súper actuales.

-¿En qué cambió Miguel Mateos en estos 30 años?

- Tengo unos kilos de más, estoy un poco más sabio, más maduro. Creo que canto mejor, que toco mejor el piano, me divierto más. En pleno vértigo de los ‘80 había cosas que no las alcanzaba a ver, a disfrutar.

Obviamente el tiempo y la madurez, te dan esa posibilidad de medir las energías, saber lo valioso que es el tiempo. A mí me gusta el Mateos 2017.

La ficha

Git
Día y hora: viernes 20 de octubre, a las 21.30.
Lugar:
Stadium Arena Maipú (Maza y Emilio Civit, Maipú). 
Entradas: $500 (Gold), $600 (platea central), $800 (plata) y $1000 (vip). En Boletería Arena Maipú, de lunes a sábado de 10 a 20, Maxi Mall (San Martín 1468, Ciudad), Musimundo: (Shopping Portal Los Andes, Godoy Cruz. De lunes a Viernes de 10 a 18) y www.tuentrada.com

Miguel Mateos: Gira solos en América 30 años  
Día y hora:
viernes 20 de octubre, a las 22.
Lugar: auditorio Ángel Bustelo (Virgen del Carmen de Cuyo 610.
Entradas: $450, $550, $650 y $750. En Tarjeta Nevada (Las Heras 419, Ciudad), La Casa del Sheik (Maipú), Urban (Peatonal Sarmiento, Ciudad) y 
www.tuentrada.com

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