Fue creado por el Padre de la Patria y participó de la gesta libertadora. Es el batallón más viejo de Mendoza y la única unidad de Montaña del país, que realmente luchó en la cordillera. Se dice que tuvo en sus huestes al Martín Fierro, o al menos al gaucho desacatado que inspiró a Hernández.
Se lució hasta dar la vida en Talcahuano, Maipú y Cancha Rayada; pero también ante las cámaras en la película “El santo de la espada”. Además de ‘adiestrarse’ para defender los intereses argentinos, hoy es la unidad base para las misiones de paz de Haití.
En sus 200 años de vida, el Regimiento de Infantería 11 Gral Las Heras supo cosechar anécdotas y experiencias bien diversas. Instalado hace 50 años (desde 1964) en Tupungato, este cuerpo militar atesora una rica historia que comenzó el 8 de noviembre de 1814 en El Plumerillo, cuando San Martín nombraba ‘Batallón 11 de Infantería de Línea’ al grupo de soldados que era un ‘rejunte’ de voluntarios y mendocinos enrolados a fuerza de leva.
Los casi 400 militares que integran el Regimiento de Infantería 11 trabajaron contrarreloj para sacar lustre y alistaron las instalaciones ubicadas en el distrito El Peral, de Tupungato, para celebrar el 200 aniversario de la institución. Las conmemoraciones empezaron el jueves, pero hoy se desarrollan los actos centrales.
Quizá porque provincias como Mendoza tienen un vínculo histórico más sólido entre Ejército y pueblo o porque la comunidad local aprendió a valorar la convivencia y los aportes del RIM, los tupungatinos han tomado estos festejos del bicentenario como ‘cosa propia’.
Las celebraciones arrancaron a principios de año e incluyeron concursos culturales, visitas a las escuelas con charlas sobre la reseña histórica y jornadas de puertas abiertas, con la intención de compartir con la comunidad valletana la intimidad, los secretos y las rutinas del regimiento. Más de mil chicos hicieron las veces de soldados por un día.
También la Banda Talcahuano -la más antigua del país, pues nació a los dos años de creado el RIM 11- participó llevando su música a distintos eventos, desde homenajes en Buenos Aires, conciertos didácticos por las escuelas hasta eventos de la Vendimia. Incluso en Rosario, donde el regimiento estuvo por más de 50 años, se realizó una reunión con soldados clase que superan los 70 años.
“Hemos tenido múltiples actividades con la sociedad durante todo el año, sin contar que 116 hombres y mujeres de nuestra formación estuvieron como Cascos Azules ayudando en Haití”, destacó Gustavo García, el actual jefe del RIM 11. El teniente coronel también manifestó el orgullo de haber obtenido un reconocimiento de las Cámaras Legislativas de Mendoza y del CD tupungatino.
Sus inicios
Los orígenes de los ‘Leones de Las Heras’ se remontan al cuerpo de auxiliares que envió el gobierno argentino en 1813 a Chile para apoyar los primeros trazos de la revolución independentista. El entonces teniente coronel Gregorio Las Heras fue, junto a Balcarce, el que guió estas tropas de 150 hombres que tuvieron esta misión especial.
Por eso, San Martín -como gobernador intendente de Cuyo- pensó en Las Heras cuando creó, el 8 de noviembre de 1814 el Batallón de Infantería de Línea 11 en El Plumerillo. Antes, la seguridad de Mendoza estaba garantizada por milicias y el Padre de la Patria tenía temor a que los realistas chilenos cruzaran a Mendoza.
Como Las Heras era un hombre de guerra, conocía a los españoles y había transitado los pasos cordilleranos, San Martín vio que era el hombre más apto para estar al frente de esta unidad. Además, había demostrado tener grandes dotes como conductor.
Bajo sus órdenes, el Batallón 11 cruza la Cordillera de los Andes para participar de la Gesta Libertadora, se cubre de gloria en Chacabuco, enfrenta su combate más difícil en Talcahuano y participa del éxito en Maipú, que consolida la libertad de Chile. Éstas son algunas de sus actuaciones iniciales, para luego continuar su servicio en la Expedición Libertadora del Perú.
Traslados, personajes y la banda
Un acontecimiento importante en los comienzos de la unidad se dio gracias al gesto solidario del mendocino Rafael Vargas. El 1 de agosto de 1816, dona al Batallón 11 su banda de música personal, la cual estaba compuesta por 16 esclavos negros. Así la actual Talcahuano, se constituye en la primera banda de música que tuvo el Ejército de los Andes.
El RIM 11 deambuló por distintos sectores del país. En 1865, el gobierno lo pone a servir en la frontera sur de Buenos Aires, donde debió enfrentarse contra indígenas y también contra el gobierno. En 1875, Avellaneda firmó un decreto para reorganizar la unidad.
Desde 1881 a 1883 es destinado a la frontera noreste del país, después pasó por distintos lugares hasta que en 1912 se instaló en Rosario, donde permaneció por más de 50 años. Recién en 1964, vuelve a la tierra que lo vio nacer y se instala en Tupungato. Pero su destino andariego sigue en pie, pues desde allí ha enviado a formaciones de hombres y mujeres a numerosas misiones de paz; entre ellas Croacia, Kuwait, Kosovo, Chipre, y Haití.
Entre los hombres que vistieron su uniforme hay uno que trascendió en la literatura nacional. Hay historiadores que aseguran que el Martín Fierro tuvo su correlato en la vida real. Su nombre fue Melitón Fierro y fue condenado al servicio de armas por el término de tres años, en este Batallón 11 de Infantería de Línea.
Cuentan que estuvo bajo las órdenes del sargento mayor Alvaro Barros, quien fuera más tarde amigo del escritor José Hernández. Barros le habría contado la historia de ese gaucho particular que había pasado por sus filas y el escritor se habría inspirado en él para dar vida al personaje literario.