Sociedad
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hace 6 horas
El indicador Riesgo País de la Argentina abrió en alza nuevamente este lunes con un avance del 1,4%, por lo que alcanzaba así los 2.109 puntos básicos, mientras continúa la incertidumbre sobre el futuro de las deudas soberana y subsoberanas.
Este índice, que es elaborado por la banca estadounidense JP Morgan, se volvía a posicionar en niveles de fines de septiembre de 2019, una época convulsionada por el recrudecimiento de la crisis financiera del país.
El Riesgo País es la sobretasa de interés que paga cada país para financiarse en el mercado internacional, por sobre la tasa de referencia que establece la Reserva Federal de los Estados Unidos para sus bonos a diez años.
En esencia, mide la probabilidad (el riesgo) de que un Estado logre o no pagar los vencimientos de sus obligaciones (deuda externa, bonos, letras del tesoro) cuando corresponde. Como ahora hay serias dudas sobre Argentina, el indicador sube.
Martín Guzmán, el ministro de Economía, viajó ayer a Nueva York para participar del Consejo de las Américas y avanzar en las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El funcionario albertista presentará los ejes del programa económico ante funcionarios del Tesoro estadounidense y empresarios, según confirmaron fuentes oficiales a este medio.
En cuanto a su reunión con el FMI, por el momento tiene agendado un encuentro con el jefe de misión para la Argentina, el venezolano Luis Cubeddu y con la economista Julie Kozak. No hay un encuentro programado con la titular del Fondo, Kristalina Georgieva.
En paralelo, para poder llegar a cubrir el pago, el ministro de Economía dejó la orden para que su cartera emita licite este lunes dos series de Letras del Tesoro en pesos que se ajustan por la tasa Badlar (Lebads), más un rendimiento.
Con eso instrumentos que tendrán vencimientos a 120 y a 180 días, el Gobierno busca mayores plazos y menores tasas para la deuda, para reducir el nivel de compromisos en el corto plazo.
Pero lo que más ruido genera en el mercado es la deuda bonaerense y las señales confusas que está dando la gestión de Axel Kicillof, que primero estiró el plazo para la adhesión a la propuesta de postergar pagos hasta el 31 de enero y ayer lo llevó al 5 de febrero.
“Hasta el 5 de febrero sería la última oportunidad en el esquema de aceptación de esto o ya entramos dentro del vencimiento”, dijo Kicillof desde Israel. Es que el plazo de gracia para pagar termina el 6.
Si el 75% de los tenedores del bono BP21 no aceptan la oferta de postergar el pago hasta el 1 de mayo, el mayor distrito subsoberano de la Argentina caerá irremediablemente en default, lo que afectará las expectativas del sector financiero sobre el país.
