En la última semana no hubo muchas nuevas noticias sobre este punto, sólo algunas señales –y no del todo confirmadas-. Por un lado, hubo algunas últimas declaraciones “positivas” que llegaron desde el FMI, que básicamente apuntaron a que el Gobierno parece ir “moviéndose en la dirección positiva” con las primeras medidas que se realizaron cuidando las cuentas fiscales. No obstante, no dejaron de mencionar la necesidad de un plan económico de mediano plazo más detallado a partir del cual se abra el diálogo.
Por otro lado, hubo un nuevo comunicado de Economía esta vez pidiendo propuesta de servicios a Agentes de Información, con el objeto de ordenar la reestructuración. Por el momento, y hasta no haya una propuesta concreta sobre la mesa, la volatilidad será alta. Esta semana, y luego de un fin de año complicado, los bonos se recuperaron con precios que subieron entre 3% y 7% a lo largo de toda la curva en dólares. Esto, con paridades promedio que se ubicaron en torno al 49.5% y un diferencial por legislación que volvió a ajustarse a la baja. Así los bonos de legislación local cerraron la semana con paridades del 48.2%, mientras que los de ley extranjera del orden del 50.5%.
Para la renta fija en pesos, las subas fueron aún mayores, alcanzando incluso variaciones de dos dígitos. Puntualmente, estos se recuperaron entre un 20% y 40% en un escenario que los inversores se muestran optimistas con la estrategia de renovación en el mercado que parece estar consiguiendo el Tesoro y que aleja –por ahora- la posibilidad de un re-reperfilamiento de las Lecaps.
Por otro lado, la volatilidad intradiaria fue claramente un dato entre las principales acciones argentinas. Esto, con el S&P Merval que se movió entre los 42.300 y los 42.700 puntos a lo largo de la semana, y un panel líder que no dejó de reflejar selectividad en los papeles. No obstante, la misma se fue reduciendo a medida que se calmaba el clima global y se mantenían las perspectivas positivas respecto al tratamiento de la deuda. En este sentido, el índice alcanzó a subir 5% para ubicarse este viernes en los 42.700 puntos.
Mercado cambiario mantiene la misma sintonía (sin sorpresas)
Pasando al mercado de cambios, la dinámica se mantiene similar a lo que venimos viendo en los últimos meses en el marco de un cepo hard con un Central que mantiene su postura compradora. De hecho, esta semana el organismo sumó un total de USD 418 millones, lo que implica un acumulado de algo más de USD 1.600 millones en el mes que lleva el actual Gobierno. Logrando así mantener el crecimiento de las reservas internacionales que se ubican por arriba de los USD 45.400 millones.
En cuanto a precios, el mayorista se mantiene sin cambios en $59.82, y el minorista en $62.99, manteniendo el dólar solidario cerca de los $82.
El foco, igualmente, permanece en el movimiento de los diferentes tipos de cambio de referencia y la brecha. En este sentido, destacamos que el diferencial presentó cierta presión alcista con un CCL y MEP cerrando la semana en 33% y 29.8%, respectivamente.
A la vez, se mantuvo la tendencia bajista en las posiciones de los futuros de ROFEX con caídas promedio del 1.2% en los plazos más cortos, y de 2.7% para los más largos, siguiendo el comportamiento de las últimas semanas.
En cuanto a datos, la agenda nos trajo una nueva baja en el sector industrial y la construcción. Según el INDEC, la Producción Industrial Manufacturera (IPIM) retrocedió 4.5% interanual en noviembre, lo que significa un acumulado de 19 meses en terreno negativo. Ahora bien, en la medición mensual el IPIM reflejó una baja del 3.3% y acumuló un rojo del 6.9% en el año. La construcción, en tanto, registró un descenso del 5.2% medido con respecto a noviembre del 2018. Mientras que, con respecto a octubre subió 1.25%.
Trump calmo, los mercados respiran
El mercado externo, por su parte, enfrentó sus propios temas. Y a pesar de haber comenzado la semana complicados, antes las tensiones de Medio Oriente, lograron cerrar la semana en líneas generales en alza (y nuevos máximos), o bien con bajas leves.
La respuesta de Trump al último ataque de Irán, quien se mostró más conciliador de lo habitual, trajo calma a los inversores de todo el mundo. Además, a medida que las tensiones geopolíticas se reducen, los mercados vuelven a mirar a USA y China, y un acuerdo que llegaría la semana próxima. Así lo confirmó el Ministro chino de Comercio el jueves y aseguró que la firma se llevaría adelante en Washington. Trump, por su parte, ratificó que continuarán con las negociaciones de la “fase dos”, pero que espera firmar el acuerdo completo recién después de las elecciones presidenciales en noviembre de este año.
Además, la semana cerró el dato de desempleo norteamericano, que si bien la tasa se mantuvo en 3.5%, sigue siendo suficiente para mantener buenas perspectivas de la salud de la economía.
La volatilidad, en tanto, fue cediendo a medida que los principales índices de Wall Street recortaron las pérdidas con las que comenzaron la semana. Así, tanto el Dow Jones como el Nasdaq y el S&P500 cerraron con subas de entre 1.5% y 2%.
Por otro lado, y ya poniendo el foco en Europa, Boris Johnson logró finalmente la aprobación del Brexit después de haber sido rechazado en el pasado en tres oportunidades distintas. De esta manera, el Primer Ministro alcanzó este jueves lo que hace unos meses parecía imposible dando fin, en principio, a tres años de ruidos políticos. De todas formas, los números fueron mixtos para las principales plazas europeas. Las subas fueron de entre 1% y 1.5%, mientras que las bajas no superaron el 0.7%.
Mientras tanto, entre los activos de bajo riesgo, el rendimiento de los bonos norteamericanos retrocedió 3pbs, por debajo de los picos de esta semana, para ubicarse en 1.82%. En Europa, en cambio, subieron entre 3pbs y 8pbs. En el mercado de monedas, el DXY –Index- sumó 0.5% a 97.4, mientras que tanto el Euro como la Libra se depreciaron 0.4% y 0.25, respectivamente.
Lo que vendrá
En lo local, el manejo de la deuda y los avances en este frente serán claves para dar señales de previsibilidad ya que presentan el mayor desafío para el oficialismo en este año que recién comienza. En la agenda económica, lo importante será el dato de inflación de diciembre que llegará el próximo miércoles. Donde, según los datos publicados en el REM de este mes, se ubicaría en 4.1% levemente por debajo del 4.3% de noviembre.
En el plano internacional, con un Trump más conciliador, los miedos a una guerra se reducen. No obstante, esto no evita que la luz amarilla se mantenga, en el marco que sabemos que las tenciones se pueden volver a disparar rápidamente. No obstante, se sumarán más drivers.
Entre ellos, la temporada de balances (americana principalmente) con los reportes que llegarán en primer lugar desde los bancos, como la tan esperada firma del acuerdo preliminar entre EEUU y China –aunque ya estaría descontado por el mercado-. Por otra parte, la agenda económica será intensa. Se comenzará con la Balanza Comercial de China, la inflación americana -donde el IPC de diciembre se espera se mantenga estable en 0.3% mensual-.
En Europa, contaremos con los datos de Producción Industrial (estimado un positivo de 0.3% para noviembre, luego de una caída del 0.5% en octubre). Más tarde en la semana, también tendremos el IPP americano –se espera una aceleración en el dato núcleo mensual-.
El jueves contaremos con las ventas minorista estadounidenses, dato importante donde se espera una suba leve de 0.2% a 0.3%, mientras que para los precios núcleo la aceleración sería mayor (del 0.1% al 0.5%).
Para finalizar contaremos con los datos de PBI chinos para el último trimestre del año, donde se pronostica que el crecimiento se mantenga estable en el 6%. Seguiremos por Europa, y los datos de inflación. Aquí se espera un crecimiento del 0.3% de los precios al consumidor, luego de haber caído un 0.3% en noviembre – aunque en el anualizado se prevé que se mantengan en el 1.3%. La semana cerrará con los datos de producción industrial y manufactureros americanos de diciembre, donde el consenso muestra una desaceleración en ambos índice