Una vez más la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa) comprometió a la dirigencia política en el firme respecto a la labor periodística en el país. La entidad se expresó recientemente mediante su informe semestral sobre la situación de la prensa en la Argentina, aprobado por los miembros de la organización de medios en Mar del Plata, durante una nueva reunión de la Junta de Directores de Adepa.
“Durante la presente gestión -indica el documento dado a conocer con relación al período presidencial vigente- se eliminaron muchas de las distorsiones heredadas y se generó un clima de mayor respeto al rol del periodismo. Es de esperar, en el marco del proceso electoral que vive el país, que esa tendencia sea profundizada en la futura administración, como así también que las diversas fuerzas políticas se comprometan en ello”.
No obstante, el texto difundido también hace mención a la situación de la actividad periodística en general y al contexto económico actual en el país. “El vigente respeto por las libertades tiene como contracara una fragilidad inédita de la industria periodística nacional, que reconoce como punto de partida el colapso institucional y económico de 2001. Al cambio de paradigma de la industria a nivel global, se suma el estancamiento de la economía argentina desde 2011, con la recesión que afecta al país desde hace casi un año”.
No elude Adepa casos de tremenda repercusión mediática que cuestionan el trabajo de determinados profesionales del periodismo y los pretenden vincular con manejos ajenos a lo estrictamente profesional. Por ello, en otro pasaje del texto se menciona un tipo de embate que suele afectar a caracterizados exponentes de la prensa escrita. “El oficio periodístico recibe renovados cuestionamientos -remarca Adepa-. En el caso de la presunta extorsión a un empresario agropecuario en la que se imputa al falso abogado Marcelo D´Alessio, hubo sectores que pretendieron desacreditar el legítimo uso de fuentes por parte de periodistas. Ellos pueden cometer errores en su ejercicio profesional, pero estos errores no deben ser confundidos con relaciones espurias ligadas a eventuales delitos de sus fuentes. El caso presenta puntos oscuros vinculados al mundo de los servicios de inteligencia, desde donde se impulsaron gravísimas intimidaciones, persecuciones e injerencias en la labor profesional o en la vida privada de periodistas”.
En un país cuya ciudadanía ha aceptado la periodicidad en el ejercicio de la función pública y el respeto de las libertad de expresión, tolerando, a su vez, los límites que impone la convivencia republicana, es de esperar que quienes se postulen para los distintos cargos electivos que ofrecerá el proceso electoral en marcha tengan como compromiso ineludible el respeto hacia la tarea de la prensa independiente. Se trata de algo que ha caracterizado históricamente al periodismo argentino, aunque esa virtud lamentablemente se vio jaqueada hasta 2015 por la irracionalidad de querer someter a la prensa a un proyecto político.
