Daniel Orlando "El Rengo" Aguilera, quien fuera líder de la barra del Tomba y uno de los máximos dirigentes de la agrupación Hinchadas Unidas Argentinas, está detenido desde hace un par de años. Sin embargo, una investigación lo apunta como el líder de una organización narco que seguía manejando desde la cárcel.
Así se desprende de una investigación encabezada por el fiscal federal Fernando Alcaraz, quien firmó la elevación a juicio de la causa que tiene a Aguilera entre los imputados.
La causa tuvo su origen en septiembre de 2017, cuando Gendarmería Nacional cerró una investigación con varios allanamientos, logrando el secuestro de un par de kilos de cocaína y otro tanto de marihuana.
Junto a Aguilera, considerado el "organizador" del comercio de estupefacientes, se sumaron a la actividad ilícita Marcelo Maximiliano Ruiz (30) y Cristian Oscar Oliva (34). Ambos, siguiendo directivas de Aguilera, se encargaban de comprar la droga para después ocultarla en distintos domicilios donde era "estirada y preparada" para su posterior comercialización.
Además, dos agentes penitenciarios fueron acusados de omitir los deberes de funcionario público y fueron incluidos en el expediente.
Allanamientos
En forma simultánea se concretaron algunos allanamientos; el primero en una casa del barrio El Ruiseñor (Godoy Cruz), donde encontraron en distintas bolsas y un par de "ladrillos", algo más de un kilo de cocaína.
Siguiendo la línea investigativa se allanó otra vivienda, en este caso ubicada dentro del barrio Antártida (Maipú), con el resultado positivo de encontrar otro kilo de droga. Mientras que en un domicilio del barrio Virgen de Lourdes (Guaymallén) se hallaron algunos envases con restos de marihuana, además de algunas macetas con plantines de Cannabis Sativa.
Los efectivos también recuperaron sobres de papel glasé (usados para dosificar cocaína), balanzas de precisión, jeringas hipodérmicas descartables, dinero en efectivo, varios celulares y una importante cantidad de tarjetas SIM, entre otros elementos que se sumaron a la causa.
Dentro del penal
Los investigadores también realizaron una inspección en el viejo penal de Boulogne Sur Mer, más concretamente en la celda 15 del pabellón 9, donde encontraron gran cantidad de documentación, libretas con direcciones y principalmente número telefónicos, varios teléfonos celulares, pastillas, cargadores, chips, dinero en efectivo y tres "facas" escondidas debajo de una cama.
En este procedimiento se vieron involucrados los agentes penitenciarios Rodrigo Martín Barrios (43), acusado de tenencia simple de sustancia estupefaciente (encontrada en su vivienda) e incumplimiento de sus deberes como funcionario público, imputación que también recayó sobre el guardiacárcel Rodrigo Fabián Lizardo (38).
Tres grupos
Con el cúmulo de pruebas incorporadas a la causa, en el escrito de elevación a juicio el fiscal Alcaraz se refiere a tres grupos delictivos: Aguilera era el organizador y, desde su celda, lograba mantener el comercio de droga. Mientras que Ruiz y Oliva en la calle, y entre otras tareas, se encargaban de la compra de estupefacientes, de su fraccionamiento, estiramiento y venta. Y los penitenciarios Lizardo y Barrios habrían colaborado no sólo facilitando el ingreso de los celulares y otros elementos al interior del penal, sino que además mantenían informada a la organización sobre cualquier situación que pudiera poner en peligro las maniobras ilícitas.
A la investigación se sumó el testimonio de otro agente que asegura que Aguilera contaba con "colaboración para ingresar droga al penal". Precisamente las escuchas telefónicas dentro de la cárcel permitieron conocer que muchos internos le pedían "mandame una de 100", "una de 200", "una negra" o "una potente", entre otros.
Finalmente se señala en la instrucción que la recaudación se hacía de dos maneras: en efectivo dentro del penal y en el domicilio del barrio Ruiseñor, donde concurrían familiares de los internos que compraban sustancias dentro de la cárcel.
Abril de 2013
Daniel Aguilera fue condenado a dos años y medio de prisión por abuso de arma de fuego en un juicio que había comenzado como un doble intento de homicidio contra Enrique Tello (36) y su sobrino, Jonathan Tello (18). La condena le permitió recuperar la libertad de manera inmediata.
Junio de 2017
El "Rengo" fue condenado a 6 meses de prisión efectiva, acusado de lesiones leves dolosas doblemente agravadas (por el vínculo y violencia de genero) y amenazas simples. Por lo que se le sumó la pena anterior.
Agosto de 2019
Pidió su libertad, beneficio que le fue negado.
Noviembre 2019
En la Justicia Federal elevan a juicio esta causa por venta de drogas. El debate se realizará en fecha a designar, pero en 2020.