Las repercusiones por el crimen de Fernando Báez Sosa continúan y la situación de los rugbiers es cada vez más complicada. Ante el inminente traslado al penal de Dolores, el testimonio del personal de seguridad del boliche donde se iniciaron los incidentes los comprometen aún más.
Dos patovicas relataron a Telenoche cómo fue el inicio del pleito entre los diez y el grupo de amigos de Fernando, y cómo los incidentes se trasladaron a la vía pública: "Esto empezó en la pista (de baile). Con otro de los chicos agarramos a este chico (rugbier) y entre los dos no lo podíamos para, era el más violento de todos. Los otros salieron más calmados", relató Alejandro.
"Yo llego a la pelea que habrá durado diez segundos; lo veo a este chico de camisa verde, lo agarro y le digo que tiene que salir. Ahí se puso violento y es cuando llega mi otro compañero, entre los dos lo trabamos y lo sacamos por la cocina que, es la salida de emergencia", explicó el patovica.
Consultado por lo acontecido en la puerta del boliche una vez que los expulsaron del lugar, Alejandro explicó los hechos acontecidos: "Ni bien llegamos a la puerta yo llamo a la policía para que venga y los calme. Me quedé uno o dos minutos viendo que la policía los calmara y los retirara".
En tanto Carlos, otro de los integrantes del personal de seguridad contó cómo fue que Fernando y sus amigos abandonaron el lugar: "Traen a la puerta a los chicos y los invito a retirarse, cuando uno de ellos me da la mano como pidiéndome disculpas y les explico que se queden tranquilos, que mañana pueden regresar".
Ellos "salieron tranquilos hasta la puerta y se fueron a la vereda de enfrente. No estaban buscando revancha ni nada por el estilo".
Consultado por la responsabilidad como personal de seguridad ante lo que ocurrió en la calle, Carlos contestó: "Tenemos prohibido pasar la línea municipal. Hay una ley que establece que nosotros somos responsables hasta la línea municipal, después en la vía pública es responsabilidad de la policía".