El regreso de Fontanarrosa

La obra del gran narrador y humorista Roberto Fontanarrosa, uno de los autores imprescindibles de cualquier biblioteca, llega ahora con Los Andes. Desde hoy y todos los domingos, sus libros se podrán adquirir con el cupón del Diario.

El regreso de Fontanarrosa
El regreso de Fontanarrosa

Humorista, cuentista, dibujante, novelista, amigo de tantos, ídolo de muchos, el entrañable rosarino dejó una marca indeleble en la narrativa argentina. 
Ahora, Los Andes te acerca la imperdible selección de Editorial Planeta de los cuentos y novelas del autor que elevó la conversación de bar a género literario.

Una colección de 13 entregas que se inicia este domingo con “La mesa de los galanes” del mítico bar El Cairo, allí donde se gestaron las mejores historias, reunidas en este primer volumen de la serie: la de una maestra del rosismo que dio origen a la composición del tema “La vaca”; la del cadete Lucio Alcides Alzamendi, que perdió la oportunidad de entrar en la historia por culpa de un poeta; la de un cazador de hembras reincidente y la de un canalla de Pompeya que intenta cumplir un extraño pedido post mortem de su padre, entre otras.

El próximo domingo 21, los lectores podrán sumergirse  en la pasión “canalla” del Negro, gracias a la segunda entrega de la Biblioteca Fontanarrosa: “Puro Fútbol”, con el dominio de la jerga futbolística y de los estereotipos de los hinchas y de los periodistas deportivos, que conforman esta excepcional compilación.

A no perderse el resto de la colección, que se puede conseguir todos los domingos con el cupón que se publica en tapa del diario más $44.90: “El mundo ha vivido equivocado”, “Best Seller”, “Área 18”, “La Gansada”, “Te digo más”,  “No sé si he sido claro”, “El mayor de mis defectos”, “Una lección de vida”, “Nada del otro mundo”, “Los trenes matan a los autos” y “Uno nunca sabe”.

Escritos con el oído
A Fontanarrosa no le gustaban los libros gruesos ni los pretenciosos. ¿Qué libro le caía bien? "Primero y principal no tiene que ser un libro gordo. Un libro gordo me parece un abuso de confianza del autor hacia mi tiempo. Es como si aparece alguien y me dice:  'Quisiera hablar con vos, ¿tenés dos semanas libres?...'¿Cuál es el lazo de confianza que me une a ese escritor para que durante dos meses yo me vaya a la cama con él y su libro?", confesó una vez en plena Feria del Libro.

Lo que sí le interesaba es que un relato tuviera diálogos, porque a él le gustaba escuchar a los protagonistas: “Antes pasaba en algunos diarios, porque ahora el género del reportaje es mucho más fluido, que hacían un reportaje y decían: ‘Estuvimos en la casa del afamado escultor fulano de tal, y nos dijo que está pensando en hacer una escultura que representa a un caballo comiendo una codorniz’. Yo digo: dejalo hablar al escultor, qué te metés en el medio. A mí con los libros me pasa eso. Y si están bien escritos mejor, pero siempre préstenle atención a esas consideraciones”.

Consejos que su olfato popular dejó picando y que son coherentes con el hombre que escribió este comienzo de página: “El tipo que nunca se ha ligado un pelotazo en los huevos no puede entender lo que es el fútbol”.

Para algunos, esta colección significará una forma de regreso: volver a leer al creador de Inodoro Pereyra de un tirón. Volver a los relatos que demuestran ese extraordinario humorista que fue. Y, sobre todo, ese gran narrador.

Decía: “Siempre he ligado la lectura con el placer. Siempre he sido un lector vago. Y repito otra consideración que pasará al mármol: creo que casi todos los grandes logros y avances de la civilización se debieron a la vagancia. O sea, el tipo que inventó la rueda es porque no quería caminar más. Y después de la rueda, el otro invento maravilloso, que ha hecho dar un salto cualitativo y cuantitativo a la humanidad, es el cambiador del televisor. Volviendo a la literatura, no entiendo el esfuerzo por leer, cuando uno se encuentra con tantos libros que los empieza y no los puede dejar, se siente atrapado por los libros, quiere terminarlos y está feliz mientras los lee”.

Mucho se ha dicho acerca de cómo Fontanarrosa dignificó lo popular. Cómo jugó a tejer los hilos del habla y la vida para  dar con una red de temas apasionantes ligados en la dinámica de la charla de bar.

“Muchas veces los relatos de Fontanarrosa se construyen a partir de que alguien empieza a contar una historia y hay una interrupción”, observó Juan Villoro, el autor mexicano que admitió haber crecido con “Boggie el aceitoso”.

Fontanarrosa fue un gran entretenedor. Pero no se debe confundir su literatura con mero divertimento. Su sentido del humor hace pensar en una frase de Monterroso, que decía que el verdadero fin del humorista es hacer pensar y a veces hasta hacer reír. “Lo más importante del humor es pensar de otra manera”.

El pretexto para la historia de cada uno de los relatos del Negro puede ser mínimo y cotidiano, pero siempre el fondo es muy profundo. Fontanarrosa es un “clásico del humor contemporáneo en lengua española”.

Murió en Rosario el 19 de julio de 2007, y dejó, aparte del vacío, más de 70 obras por reeditarse y un inédito.

La causa judicial en torno de los derechos de su obra (entre Franco, su hijo, por un lado, y  Gabriela Mahy, su segunda esposa, más Daniel Divinsky, el editor histórico de Fontanarrosa en Ediciones De la Flor, por otro) no impidió que el sello Planeta lanzara la reedición de cinco de sus obras para inaugurar la Biblioteca Fontanarrosa.

Así es: las novelas “La gansada” y “El área 18”, y los volúmenes de cuentos “La mesa de los galanes”, “No sé si he sido claro” y “El mundo ha vivido equivocado”, ya nos miran desde los escaparates. La editorial también publicó otros cinco títulos del rosarino: “Uno nunca sabe”, “Nada del otro mundo”, “Best Seller”, “Te digo más” y “El mayor de mis defectos”, entre más.

La Biblioteca Fontanarrosa, pues, queda finalmente formada por unos setenta libros. Obviamente, las sagas de Boogie el aceitoso e Inodoro Pereyra, ocupan un lugar central.

Ahora, parte de ese preciado material se pone al alcance de los lectores de Los Andes: no sólo para que las nuevas generaciones lo conozcan sino para que esa obra interesantísima siga circulando en las universidades, algo que a él, seguramente, le sacaría una sonrisa.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA