Hay que vivir la vida con felicidad. Ese es el mensaje de “Toy más loco...”, el show más reciente de Cacho Garay, que esta noche estrena en Mendoza. Luego de llevarlo por varias provincias del interior del país y de haber realizado más de 30 funciones exitosas en Buenos Aires, desembarcará a las 21.30 en el teatro Plaza, de Godoy Cruz.
Luego de “Toy felí”, que en el 2014 fue suceso de público en Carlos Paz y le valió incluso ser candidato a los Premios Carlos como el mejor humorista de la temporada, vuelve más feliz que nunca y, también, un poco más loco.
Con una voz tranquila, que destella por momentos con su clásica picardía cuyana, Cacho cuenta que para ofrecer este show se inspira en las historias más diversas de la vida cotidiana.
Sus monólogos reflejan ese compendio de situaciones que vivimos todos diariamente: “Las cosas que nos pasan, incluso las cosas más desagradables, tienen su lado positivo. A la gente, cuando cuenta una anécdota graciosa de algo que le pasó, y que en el momento no fue tan agradable y ahora sí, yo le pregunto. ¿por qué no te reíste ese día?”, comenta Cacho con inocencia.
“El espectáculo va teniendo modificaciones permanentemente, porque todo el tiempo surgen cosas nuevas. Todos los días alguien me saluda y me cuenta sus historias graciosas, de toda clase de situaciones, del casamiento de un cuñado o del aniversario del abuelo. A la gente le gusta compartir. A todo el mundo le gusta arrancarle una sonrisa a otra persona”, dice nuestro humorista, con su entrañable modo de hablar.
El humor es universal, eso parecen demostrar sus públicos. Cacho rescata que su maravilloso oficio, el humor, como la música, es algo que llega a todos. Quienes van a verlo reciben sus chistes con risas y entusiasmo, sin importar de donde sean.
“Las diferencias entre los públicos de las ciudades más grandes y las más chicas son mínimas, porque el humor es uno solo. Más allá del estilo de cada humorista, cuando la gente va al teatro se despoja de todo, no se acuerda ni de las cuentas que tiene que pagar, ni de la señal de su teléfono, ni de los mensajes de WhatsApp, solo van a reírse y se desconectan. Ver humor es como un cable a tierra”, dice.
Cacho, que saltó a la fama hace 15 años en “Videomatch”, como entonces se llamaba el show televisivo de Marcelo Tinelli, mantiene una agenda apretada, repartida entre presentaciones por todo el país y su familia, que vive en Luján de Cuyo. Aunque, como él dice, no sabe si es “divorciado o desertor”, está de novio con Verónica “Bambi” Macías, una joven cantante lírica cordobesa de 24 años (36 menos que él) con quien comparte el escenario en sus giras.
Si bien su reconocimiento público llegó de la mano de una figura televisiva, como lo es Marcelo Tinelli, él admite que no le interesa hacer TV y que rechaza todas las propuestas de esta clase.
“Me gusta más el contacto directo con la gente. Con el público en frente, cada uno sentado en su butaca, no hay que esperar al día siguiente para saber cuáles fueron las mediciones, sino que las respuestas las tenemos ahí, en el instante. Las cosas surgen sobre la marcha, en el clima que crea la propia gente y el aplauso”.
“El chapulín de las pampas”, como lo apodan cariñosamente, cerrará este 2015 con una presentación en el teatro Opera de Buenos Aires. Antes, vuelve lleno de expectativas a su público local: “Este es un espectáculo para reír, para que se rían de nosotros, con nosotros y entre nosotros. Cada vez que me presento en Mendoza, que es mi casa, es como una fiesta, porque nos reencontramos”.
"A mí el pueblo no me deja estar triste"
En ocasiones, el show de Cacho Garay comienza en absoluto silencio.
Así, entre risas nerviosas del público y su pasmosa tranquilidad sobre el escenario, pasan algunos segundos. Luego, como si no tuviera más opciones, suelta: "Bueno, para terminar...". Las carcajadas rematan el acto perfecto marca Cacho.
¿Cuál fue el origen del personaje de traje que con inocencia despierta las carcajadas de la gente? Eso lo ha contado en más de una oportunidad, tal como aquí lo reproducimos:
"Empecé hace como diez años en esto, como muchos, divirtiéndome en las fiestas de amigos. Después de una reunión en la que la habíamos pasado muy bien, me llamó un señor para contratarme. Y lo tomé como todo lo que vino después, absolutamente tranquilo".
Hasta el momento en el que sorprendió a Tinelli y a su público con su humor arrastrado e ingenuo (“ir a hacerse el canchero a Buenos Aires era como ir a vender transistores a Taiwán”), su vida se repartía entre presentaciones para fiestas privadas o empresas, y algunas actividades como comerciante.
Nunca se imaginaría la revolución que provocaría en su vida la participación en el campeonato nacional del chiste pergeñado por Marcelo Tinelli hace ya mucho tiempo, aunque pareciera ayer para Garay.
- Hoy, ¿qué es lo que más extrañas de tus días de anonimato?
-Extraño los asados, las comidas con los amigos, el salir de serenatas, eso... Y las peñas... Pero siempre habrá tiempo para volver, y compartir un asado en la ramada de algún compadre. El tiempo disponible no es el mismo, pero si bien es cierto que yo extraño a mis amigos y familiares, ellos también se alegran de que yo esté trabajando mejor -replicó serio, casi luctuoso, en una entrevista realizada en sus días de mayor éxito, horas post campeonato en lo de Tinelli.
- ¿Nunca se ríe Cacho Garay?
- Lo que más me dice la gente en la calle es “reíte, ¿cuándo te vas a reír?”. Y yo no me río, el personaje no se ríe. Es que no tengo muchas cosas de las que reírme, aunque sí motivos para ser feliz. Pero no soy un tipo triste, en la calle todos se acercan, y me cargan las pilas. A mí, mi pueblo no me deja estar triste.
La ficha
Cacho Garay en "Toy más loco..."
Fecha y hora: Hoy y mañana, a las 21.30.
Lugar: Teatro Plaza (Colón 27, Godoy Cruz).
Entrada: Platea baja $270, platea baja B $250 y platea alta $220.
Venta telefónica: 476-9100.