Ella decidió tomarse un año tranquilo, sin demasiadas exigencias laborales, pero que al mismo tiempo le permita una permanencia en la pantalla. Y, claro: es Susana; por eso encontró la fórmula basada en estos especiales -serán cuatro durante 2018- donde se trata, más que de trabajar en el sentido estricto en que lo hacemos todos los mortales, de disfrutar del buen vivir y mostrar a modo de reality las prácticas cotidianas de un famoso en particular.
Así las cosas, a principios de noviembre la conductora viajó a la ciudad colombiana de Medellín para hurgar en la vida privada de uno de los hombres que más codician las mujeres por estos tiempos: Maluma. Esta noche es la cita, a las 22.30 por la pantalla de Telefe, y para nosotros la mendocina señal del 9, antes de que el colombiano pise la Argentina para su recital del próximo sábado en el Hipódromo de Palermo.
El programa promete la misma liviandad que ofreció en los dos anteriores: con Carlos Tévez primero, donde primó el retrato del héroe; y con su amiguísima Verónica Castro, después, para regalarnos un reality como pocas veces ha habido en la tv argentina: fresco, divertido, sorprendente y entretenido.
Claro que el tono de este especial con Maluma no será el mismo que el que fue un exitazo con Verónica Castro, pues en aquel envío anterior- que fue en septiembre- ella y la mexicana no solo hicieron deportes de aventuras, se subieron a un yate y tomaron tequila hasta morir, sino que ahí hubo un plus relacionado con el afecto y el conocimiento mutuo que ambas cultivan desde hace años, y que contaron con lujo de detalles durante sus paseos mexicanos.
El programa funcionó a la perfección como un reality en el que dos amigas íntimas se van de juerga por los lugares de ensueño de Acapulco, muy a lo "Total Divas" como ejemplo del mainstream televisivo americano: ¿quién no iba verlo? La respuesta fue elocuente: el rating favoreció a Susana con una cifra inusual, 14.7; con lo que desbancó al programa de Jorge Lanata, "Periodismo para todos", que llegó a los 11.3 puntos de rating y la vena hinchada por la furia de la derrota.
El desafío ahora para la rubia será el de volver a transmitir esa sensación de placidez y plenitud que se impuso en el programa anterior. Es cierto que para lograrlo tiene varias armas a su favor, entre ellas la frescura y pregnancia con las audiencias, que está intacta aún después de tantos años; y el hecho de que ya tuvo un acercamiento con Maluma cuando lo entrevistó hace dos años en su living, luego de que el colombiano terminara su gira mundial y se consagrara como líder de la música latina con el hitazo del hípermachista "Felices los 4".
Pero tiene todavía un as más fuerte bajo la manga -que puede que utilice por mucho más que cuatro envíos- y es justamente el hecho de haber encontrado el tono ideal para gestar un reality con marca propia; cosa que ni Tinelli, ni el resto de los productores todavía han podido lograr. Pero en el caso de Susana la impronta glamorosa huele a envíos estadounidenses en una suerte de cruza entre el "Comedians in cars getting coffee", que Jerry Seinfeld realizó para Netflix, y los más populares y masivos realities de familia al estilo "Keeping up with the Kardashians". Después de todo, el país del norte es un territorio expresivo con el que Giménez se siente totalmente consustanciada.
Con estos créditos a su favor, esta noche veremos a Susana en la finca del colombiano Maluma, ubicada en la zona de Llano Grande: ella nos alienta desde su red de Instagram con unas fotos de ambos jugando en cuatriciclos en un campo de ensueño. Allí, nos mostrará cómo es parte de la familia del artista, su caballo preferido que se llama Hércules, en qué ocupa el tiempo, cómo vive, qué come, dónde duerme, cómo pasea, qué aire respira, qué mujeres ha "cazado", cuánto y cómo es esa vida de lujo que el reggaeton y el trap le proveyeron, para seguir alentando el mito que la industria de la música construyó tan a conciencia, para derramar autotune a diestra y siniestra.
Pero, también "Su" fue la invitada de honor al recital que Maluma dio frente a más de 5 mil personas, en la plaza de toros La Macarena, ubicada en su ciudad natal (recordemos que el programa está grabado).
¿Qué nos depara el último envío de Susana y sus paseos de ensueño? Todavía no sabemos el nombre de la estrella que le dará cobijo en su morada, pero todos especulan con el nombre de Luis Miguel. En ese caso, un traguito no ha de faltarle.
Embroncada con su canal
Si algo no se le hace a la más diva de las divas, es quitarle el prime time. Por eso esta semana hubo un escandalete y pulseada entre ella y el canal por el horario de emisión. Terminó ganando, por supuesto, Susana.
Es que aunque el especial de Maluma tenía fecha de emisión ya fijada, el horario era un problema porque a las 22.30 es también cuando se emite "100 días para enamorarse". La decisión fue no emitir la novela ese día y dejar el espacio para el programa de Su.
Todo se había decidido así pero el canal estuvo evaluando que la tira de Underground le deja muy calentita la pantalla. Por eso hicieron la intentona de dar marcha atrás, para no perderse esos puntazos de rating y quisieron programar a Susana después de la ficción, a las 23.30. ¡Para qué! Los gritos de la rubia llegaron hasta la Finca La Mary. La bronca se suscitó cuando, según el periodista Lío Pecoraro, ella vio que la sacaron del horario central y amenazó con prohibir la difusión de las imágenes si no emitían el programa según lo acordado. Hasta allí llegó la evaluación y todo quedó como era entonces: Susana a las 22.30 y “100 días…” fuera de aire, solo por hoy.
