Nombres que van y vienen. Rumores, acertijos, apellidos que suenan para irse... Pero la realidad es una: hoy el Tomba mantiene muy firme la base del equipo titular.
Y es que sólo perdió a Rodrigo Rey (vendido al Paok Salónica de Grecia), de los futbolistas claves e inamovibles que eran fija en el conjunto de Lucas Bernardi.
Esto seguramente le da tranquilidad al entrenador Mauricio Larriera, aunque el uruguayo también es consciente que el mercado de pases es largo y siempre está latente la posibilidad de que se quede sin un jugador importante.
Ya le ocurrió esto al ex técnico rosarino, cuando Jaime Ayoví fue transferido al fútbol chino unos días antes de empezar el certamen.
Por el momento son más sondeos que ofertas formales los que existen por ciertos profesionales, en el caso de Gastón Giménez, el Morro García, Luciano Abecasis y Pol Fernández. A este último se le cayó su pase al Bursaspor de Turquía, pero si llega una propuesta concreta del exterior la idea de la dirigencia es abrirle la puerta para que de el salto grande.
A la hora de repasar las bajas, está claro que se dieron con aquellos que no rindieron como se esperaba y por lógica con escasa continuidad: Maxi Correa, Gabriel Carabajal, Nicolás Sánchez y Maximiliano Sigales.
El punto positivo es que si Larriera tendría que poner hoy un equipo en cancha, tiene opciones confiables y la mayor duda pasaría por saber quién sería el arquero que custodie el arco: Roberto Ramírez o Ramiro Martínez. Además cuenta con Felipe Rodríguez, segunda incorporación.
En la bodega saben que deben reforzarse, pero no harán locuras porque es evidente que la “base está”.
Los pibes. La buena noticia para Mauricio Larriera se la dan los pibes del club que fueron subidos por Lucas Bernardi: Luciano Pizarro, Agustín Verdugo, Luis De Faría y Fernando Núñez, quienes se adaptaron muy bien al plantel. Podrían seguir por el mismo camino Luciano Lapetina, y Brain Ayetz (ya entrena con el grupo principal).