El realismo de anitta: Celulitis, sexo y favela

Tal vez es la cantante del momento en Brasil. No sólo por su música, sino también por su particular manera de mostrar su cuerpo en su video.

El realismo de anitta: Celulitis, sexo y favela
El realismo de anitta: Celulitis, sexo y favela

A sus 24 años, Anitta ya era desde hace tiempo una de las cantantes más reconocidas de Brasil. Esta semana, sin embargo, su carrera avanzó varios casilleros de una sola movida y, con el lanzamiento de su nuevo videoclip, la estrella pop sudamericana parece haber abierto finalmente las puertas de la fama global.

El posible ingreso de la artista a los escenarios del mundo llegó de todas formas repleto de polémica. Desde que fue publicado en Youtube, el 18 de diciembre, su tema musical Vai malandra se convirtió en tópico de conversación en todo Brasil.

En sólo cinco días, el video fue visto más de 43 millones de veces. Y los diarios más importantes del país, así como los programas de televisión le dedicaron mucho espacio, con críticas y elogios por igual.

Vai malandra (cuya posible traducción al español sería Adelante, chica mala) comienza con una toma de 11 segundos del trasero de Anitta, en primer plano. En la filmación se aprecia claramente que la artista, que siempre ha utilizado el recurso de la sexualidad para construir su imagen, tiene celulitis.

La decisión de no haber editado el video para eliminar los tejidos adiposos llamó tanto la atención en Brasil que son varios los medios que dicen que, gracias a Anitta, la celulitis se convertirá en el nuevo boom del verano en el país.

“Fue una decisión mía no editar el video”, contó Anitta al diario O Globo después de la publicación del clip. “La mujer real tiene celulitis. Estoy feliz por el impacto positivo que mi celulitis tuvo en las mujeres. Debemos unirnos y parar de juzgar los cuerpos y las elecciones de las otras”, continuó.

La celulitis que dio que hablar

En entrevista con el mismo diario, Daniel Coimbra, dermatólogo de varios artistas brasileños, dijo: “Cuando vi el video, no creía que fuese Anitta: es muy difícil que una artista acepte exhibir su imagen así”.

“Creo que es una postura excelente. Mientras más gente muestre que existen traseros con celulitis y podamos ver la realidad sin exceso de Photoshop, estaremos evitando patologías relativas a la ansiedad, depresión y trastornos de la alimentación”, consideró.

El día de su lanzamiento, el video de Vai malandra se convirtió en el clip brasileño con más visitas en 24 horas (más de 14 millones) y además, por primera vez en la historia, una música en portugués ingresó en el “Top20” de más escuchadas en la plataforma Spotify a nivel global.

A partir de esos datos y de la repercusión que su nuevo tema tuvo en Estados Unidos y Europa (el diario británico The Guardian le dedicó un reportaje especial), en su país se comenzó a hablar de Anitta como de “la primera popstar brasileña”.

Popstar polémica

Nacida en los suburbios de Río de Janeiro, Larissa de Macedo Machado comenzó su carrera hace siete años como cantante de funk, un género musical asociado a las favelas de Río de Janeiro y conocido por sus referencias explícitas al sexo, tanto en las composiciones como en los videos.

Con el tiempo, Anitta fue pasando del funk al pop. Y sus anhelos de convertirse en una estrella mundial empezaron a dar frutos este año con el lanzamiento de temas en inglés y en español junto a los reguetoneros Maluma y J Balvin, la banda Major Lazer y al DJ y productor sueco Alesso.

Otro de los motivos de la polémica que acompaña al clip de Vai malandra es que fue dirigido por Terry Richardson, un renombrado fotógrafo estadounidense que ha trabajado con estrellas como Giselle Bündchen y Kate Moss, pero que ha sido acusado de abusar sexualmente de varias modelos.

Pero, además de la visibilidad de su celulitis y de la elección de Richardson, el video de Anitta también suscitó debate debido a que la cantante decidió volver a su raíz funk.

Filmado en Vidigal, una de las favelas más conocidas de Río de Janeiro, el clip realza, en sus menos de cuatro minutos de duración, la estética y la cultura de estos asentamientos: calles angostas, pasillos, mototaxis, personas “reales” del lugar, piscinas improvisadas en terrazas y, principalmente, muchos cuerpos semidesnudos, transpirados y una constante referencia a la sexualidad.

El tenor sexual del tema llevó al reconocido cantante, guitarrista y compositor Lulu Santos a decir que la música popular brasileña “había regresado a su fase anal”.

“El clip expone la realidad del funk y de las favelas cariocas. Mostramos todo como es, y la alegría de las comunidades. Cualquier persona que suba a los morros verá todo lo que se ve en el clip. Nada fue inventado”, sostuvo Anitta.

Incluso el peinado de la cantante en el video provocó reacciones en Brasil. Por las trenzas que eligió, hubo organizaciones que abogan por los derechos de los negros que acusaron a Anitta de “apropiación cultural”.

En entrevista con la revista Marie Claire en su versión brasileña, Stephanie Ribeiro, reconocida activista, dijo que la cantante “usa la ‘negritud’ sólo cuando le conviene”. Y consultada por el asunto, la cantante exaltó los ánimos al responder: “Una trenza es una trenza”.

Así, entre reivindicaciones a la celulitis y a la cultura de las favelas, elecciones polémicas y transpirando sudor y sexualidad, Anitta se convirtió en el tema de debate de todo Brasil y prepara su asalto definitivo a las “grandes ligas” de la industria musical global.

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