La proeza o el abismo, ésas son las opciones del Real Madrid que se juega la temporada y la reputación de Zinedine Zidane en la vuelta de los cuartos de final de la Champions, con la obligación de remontar el 2-0 cosechado en Wolfsburgo.
Los madridistas están al borde del precipicio y en el Santiago Bernabeu deberán superar una desventaja de dos goles, sin conceder un tanto en su estadio, que les condenaría a marcar por lo menos cuatro para clasificarse.
Caer ante el Wolfsburgo, 8º del campeonato alemán y debutante en cuartos, sería un fracaso para el gran club blanco, rey de esta competición continental con 10 trofeos.
En tanto que el empate (2-2) en casa ante el Manchester City, en la ida, obliga al París SG a superar sus dudas para consumar sus aspiraciones europeas.
Desde que en 2011 el club francés pasara a manos de la empresa catarí QSI (Qatar Sports Investments), el objetivo es ganar la máxima competición continental. Pero, tras tres eliminaciones consecutivas en cuartos, ahora busca revancha. ¿La tendrá?