En la semana en la cual el mundo futbolero está pendiente de la seguidilla de Superclásicos, Boca pegó primero, le ganó a River por 2-0 y se quedó con el primer Superclásico de mayo, con goles convertidos en los últimos minutos del partido por Cristian Pavón y Pablo Pérez, ambos ingresados en el segundo tiempo.
Ahora, Boca espera un poco más confiado los dos choques que se vienen por la Copa Libertadores, al asestarle al conjunto de Núñez un duro golpe de cara a una primera quincena más que movida para ambos clubes.
Boca redondeó un resultado que pocos minutos antes del final parecía imposible, ya que el partido fue de mayor a menor y el conformismo parecía dominar la escena. Pero los ingresos de Fernando Gago y Cristian Pavón le dieron a Boca un aire renovado que le permitió la arremetida final y que dejó al equipo de Marcelo Gallardo con las manos vacías.
El primer tiempo mostró un arranque trabado, con mucha marca y nervio de los dos lados. A los pocos minutos Osvaldo desde el borde del área rebotó en el poste derecho. Pero la más clara y bien armada para Boca fue a los 29, cuando Carrizo superó a Vangioni, el centro a ras del piso lo dejó pasar Lodeiro para Andrés Chávez y el tiro a colocar del delantero salió desviado al lado del poste derecho de Barovero. River respondió a los 32, con una contra en la que 'Teo' Gutiérrez habilitó a Carlos Sánchez, cuyo disparo pegó en el travesaño.
A esa altura el ritmo del partido era intenso, con una gran tarea de Matías Kraneviter, bien secundado por Ariel Rojas y Sánchez. Con ese esquema, River controlaba el partido en el medio y obligaba al equipo de Rodolfo Arruabarrena a salir de abajo con pelotazos, pero igual fue el equipo que más ocasiones de gol generó. En Boca, había una buena tarea de Andrés Cubas, quien con los minutos tomó confianza para trabar con su impronta y buena técnica, mientras César Meli mostraba altibajos y Lodeiro no se encontraba con la pelota con la continuidad que le gusta al volante uruguayo.
En la segunda etapa, River comenzó mejor, con Kraneviter y Rojas como armadores a partir de la recuperación de balón, y un Rodrigo Mora muy activo que casi convierte de la ejecución de un córner que pegó en un ángulo. Sólo con el ingreso de Gago por un Chávez que tuvo una tarde-noche olvidable, Boca pudo mejorar y volver a inquietar a River con una buena llegada que nació con un pase del recién ingresado volante y que Lodeiro remató desviado.
La chatura del partido en sus minutos finales fue moldeando el resultado, con la conformidad como eje principal, mientras los dos se medían para los partidos que faltan en los próximos 11 días por octavos de final de la Copa Libertadores.
Pero los goles estaban en banco y de la mano de Pavón -tras una buena jugada de Lodeiro que continuó Gago- y de Pérez, cuando al partido le quedaban sólo cuatro minutos antes del tiempo adicionado, el 'Xeneize' se quedó con todo en una Bombonera que festejó largamente el triunfo.
Fue muy flojo el arbitraje de Patricio Loustau, quien sigue mostrándose culpógeno por aquella pésima actuación de 2011 (Boca 2- River 0), y que con faenas sacapartidos como la de ayer no recuperará el nivel medio que alguna vez tuvo.