Un punto de quiebre. La victoria en tierra tandilense es un enorme espaldarazo para la Lepra, en todo sentido. Desde lo anímico, la confianza y hasta en algunos aspectos futbolísticos que resultaron muy positivos.
El elenco que conduce Martín Astudillo necesitaba un triunfo de este calibre como el propio aire, para ir despejando fantasmas y consolidar muchas ideas que tienen que ver con lo estrictamente del juego.
Independiente Rivadavia venía mal, jugando en bajo nivel y confundido, por eso era fundamental un golpe de timón y el DT lo dio ante Santamarina. Le salió bien. acertó con las modificaciones y con la lectura del partido.
Ahora el desafío mayor tiene que ver con lograr regularidad y el once principal, acentuar una identidad definida y comenzar a engrosar un promedio que lo acecha y lo tiene a mal traer. Sumar y sumar es la obsesión hasta el final del campeonato.
El adiestrador venía manteniendo una filosofía, supo darse cuenta y encontró respuestas favorables en sus dirigidos. El ejemplo más claro: Cardozo en el lugar (carrilero izquierdo) que mejor le sienta y donde se acomoda a la perfección, y no como volante interno. Y dejar afuera a jugadores que no venían rindiendo de la mejor manera.
Astudillo se dio una lección a sí mismo, no encerrarse en su libreto y saber cambiar a tiempo cuando las cosas no funcionaban desde el fútbol colectivo. Y esto es una señal más que satisfactoria para su incipiente carrera como entrenador de fútbol.
Será un torneo durísimo para el conjunto Azul. Una lucha titánica con sus propias miserias y contra los rivales que también quieren salir de la zona roja.
Otra vez fuera de casa mostró que puede, la primera vez -triunfo con Ferro en Caballito- resultó un espejismo porque después volvió a las turbulencias. Ahora, tras el triunfazo en el estadio San Martín, tendrá que dejar en claro que es el punto de partida para terminar con la ansiada salvación en una categoría esquiva para el Azul.
La ausencia del capitán
Tendrá pocas días de trabajo Martín Astudillo, teniendo en cuenta el largo viaje del plantel y que tiene encima el partido con Flandria. La expulsión de Franco Dolci le abre la puerta a Matías Villarreal, por características el volante central más definido. Sino el entrenador deberá cambiar el esquema.
El que sí vuelve es Gastón González, tras ser preservado por una molestia en el ciático. El mediocampista es clave para el esquema del adiestrador.
